Los organizadores de la 54 edición de Durangoko Azoka han hecho una valoración muy positiva calificándola de “fructífera, equilibrada, muy concurrida y diversa”. Una feria que, por otro lado, en 2018 dejó un impacto económico de 5,8 millones de euros.

Tanto Gerediaga Elkartea, como la organización de los espacios de la azoka se han mostrado satisfechos de la 54 edición de Durangoko Azoka, celebrada entre los pasados 5 al 8 de diciembre, muy equilibrada y concurrida en público que, a falta de datos del último día, recibió más de 110.000 visitantes. Y con un importante impacto económico, que en la edición del 2018 rondó los 5,8 millones de euros.
Espacios de la azoka
Los siete espacios de la azoka también valoraron positivamente la 54 edición. En Szenatokia, subrayaron el éxito del Festival de Danza y Teatro Breve organizado por primera vez. En la misma línea Irudienea, que contabilizó más de 1.800 espectadores, siendo el acto de mayor expectación la proyección ‘work in progress’ del documental Apaiz kartzela.
Saguganbara fue “más plural que nunca”. Participaron escritores consolidados, jóvenes que acaban de iniciar su recorrido artístico, dibujantes, cuentacuentos… mientras que en Kabi@ la organización destacó “la valentía de los proyectos” presentados.
En Ahotsenea los creadores conocidos fueron lo que generaron mayor expectación (Zea Mays, Skakeitan, Bernardo Atxaga, Harkaitz Cano, Miren Amuriza, Yogurinha Borova y Porrotx, etc.), aunque destacó el número de nuevos grupos que han presentado su primer disco en la carpa de los conciertos, y los escritores que presentaron su primer libro. En Plateruena todos los conciertos contaron con numeroso público y Areto Nagusia volvió a ser el espacio de las presentaciones de las instituciones, entidades y movimientos asociativos y culturales, mientras que en Gogoetaren Plaza se disfrutó de reflexiones y debates en torno al euskera y la cultura vasca.