La presentación de la decimoctava edición de la Guía de la Innovación de ESTRATEGIA EMPRESARIAL, el pasado 18 de diciembre en el Museo Guggenheim Bilbao, además de ser el foro por excelencia de la actualidad innovadora de Euskadi, contó este año con un atractivo añadido al reunir, por primera vez, a los dos responsables de gestionar todo lo relativo en materia de I+D+i en la nueva estructura del Gobierno vasco, el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, y de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias.

Sobre un escenario en el que Euskadi muestra una evolución positiva en materia de I+D+i, con un compromiso firme por parte del Ejecutivo vasco de aumentar la inversión hasta el 3% del PIB para 2030, y poniendo en valor el modelo de colaboración público-privada, Jauregi mostró una imagen de la economía vasca en positivo, donde la innovación resulta fundamental para la futura revitalización de la industria como factor clave del desarrollo económico. Si bien no pasó por alto la amenaza de la supremacía de Estados Unidos y China, recaló en la potencialidad vasca de llegar a ser protagonista en la reindustrialización europea, motivado en gran parte por el cambio de paradigma que está sucediendo a nivel internacional, al tiempo que puso sobre la mesa que el 24% del PIB vasco está en la industria, y “si añadimos los servicios avanzados a favor de esa industria, la cifra alcanza el 40%”.

“Nuestra contribución  a la producción científica mundial es de gran calidad, siendo la base para las innovaciones transformadoras”

Juan Ignacio Pérez Iglesias consejero de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno vasco 

En este propósito “de convertirnos en la punta de lanza de la reindustrialización y para hacer frente a los retos del futuro, como son la transición energética y la transformación digital, la innovación es fundamental”, y recordó cómo, una vez más, Euskadi ha vuelto a ser reconocida por la Comisión Europea como territorio de alta innovación este 2024, tan solo superado por países como Dinamarca, Suecia, Finlandia y Países Bajos, aunque se reafirmó en que “pese a estos buenos datos, no nos conformamos y aspiramos a más”.

Fijó la atención también en el peso del modelo de colaboración público-privada, “clave para avanzar en innovación”, y señaló que “buena muestra de ello es que, por ejemplo, los 145 millones de ayudas del Gobierno vasco para I+D tecnológica en 2024 han movilizado una inversión privada de 265 millones de euros. Por cada euro público que invertimos en innovación tecnológica desde el Gobierno, las empresas ponen casi dos”. Calificó la entente público-privado como factor clave.

Estructura de Gobierno

En relación a la nueva estructura del Gobierno que, por primera vez cuenta con un departamento específico de innovación, Pérez Iglesias señaló hacia una nueva operativa que, a su parecer, le resulta útil, e incidió en el tipo de actividades que debe impulsar su departamento. Resaltó la importancia que conlleva la generación de conocimiento con el propósito de producir nuevos conocimientos en diversos órdenes, no solo en sí mismo, sino en otros ámbitos además del económico, en el cultural, social, educativo...

“Queremos más industria, mejor industria y menos emisiones, y para conseguirlo la apuesta por la innovación es la llave para ser más competitivos y tener un tejido  más productivo”

Mikel Jauregi consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco 

Defensor de la formación universitaria que ayude a la transmisión de este conocimiento, Pérez Iglesias recalcó que “cuando hablamos de innovación dentro del Departamento, nos referimos fundamentalmente a la generación de conocimiento que tiene impacto social”.

Sobre el Fondo de la Innovación, que está integrado dentro de su área, lo definió como herramienta clave, y añadió que “solo hay que ver que en la partida presupuestaria para 2025 dispone de 76 millones de euros”. Hasta hora dicha partida venía siendo utilizada por diferentes departamentos del Gobierno con arreglos a diversos criterios, pero dado que en esta legislatura se ha asignado al Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación, “los consejeros y consejeras que tenemos algo que ver con este fondo convenimos en establecer una serie de líneas enmarcadas dentro de PCTI 20230”.

La idea es utilizar el Fondo de Innovación con el propósito de responder a los retos que nos plantean las tres grandes transiciones a las que se enfrenta Euskadi: la transición demográfica; energética y digital.

Bajo este objetivo, se han establecido una serie de paradigmas que articulan las líneas de trabajo, unas líneas a las que Mikel Jauregi definió, con mucho acierto, los faros vascos de la innovación, que deben conducir, en palabras de Pérez Iglesias, a hacer frente a los retos que nos obligan las citadas transiciones y que buscan la realización de proyectos de envergadura, donde confluyan grupos de diferente adquisición disciplinar.

Ideas transformadoras

El consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, apuntó, por su parte, a la necesidad de apostar por ideas “verdaderamente transformadoras”, asegurando que la innovación incremental “no basta” para resolver grandes retos y “nos va a mantener alejados de la vanguardia”, afirmó Pérez Iglesias, para aseverar que “tenemos la obligación moral de intentar acercarnos a la vanguardia”.

“Si no lo hacemos, China, EE.UU. y otras potencias van a seguir muy por delante de nosotros, un lujo que no nos podemos permitir”, añadió.

“Existe la necesidad de apostar por ideas transformadoras, ya que la innovación incremental no basta para resolver los grandes retos  y nos va a mantener alejados de la vanguardia” Juan Ignacio Pérez Iglesias

Jauregi comparte la opinión de su homólogo, señalando que se ha reducido la ventaja que tenía con ambos países, donde ahora destacan en sectores muy fuertes a nivel mundial como lo relacionado con las grandes tecnológicas digitales. “La distancia de productividad que tenemos entre EE.UU. y Europa se ha incrementado muchísimo”, apuntó el sailburu, “lo que lleva a Europa a situarse y buscar la manera de tener soberanía alimentaria, energética, industrial...”.

En este nuevo contexto internacional que se está dibujando, ambos responsables políticos invitan a tomar partida de manera inmediata.

Pérez Iglesias quiso escenificar la importancia de dicho contexto recordando la situación que se vivió en el Canal de Suez en 2021 debido al accidente de un carguero. “A mí me pareció una imagen verdaderamente metafórica, que por un accidente marítimo en el mar Rojo se detenga todo el tráfico marítimo, y como consecuencia de ello, se produzca una falta de suministros. Y de repente, Europa se da cuenta de que le falta lo básico. Y ese básico se encarece muchísimo”.

Con este ejemplo, reafirmó lo dicho por Jauregi sobre la importancia de la soberanía de lo propio, con políticas que garanticen los suministros. “De ahí también viene la reflexión de que no nos basta con las innovaciones de carácter incremental, sino que deben ser transformadoras”. A lo que añadió que, “allí donde Estados Unidos o China son fuertes no vamos a llegar, pero hay otras áreas en las que sí podemos ejercer un cierto liderazgo”.

En base a estos argumentos adelantó la reciente presentación del Informe sobre la Ciencia en Euskadi 2024, donde habló de datos positivos, desde un análisis muy variado de la innovación, no solamente desde el campo industrial, sino sanitario, ambiental, social...

“La distancia de productividad entre EE.UU. y China con Europa se ha incrementado muchísimo, lo que le lleva a Europa a buscar soberanía propia, alimentaria, energética, industrial...” Mikel Jauregi 

Pérez Iglesias añadió que además de los datos relativos a la inversión en I+D+i, “gratamente satisfactorios”, le resulta enormemente significativo la contribución de Euskadi a la producción científica mundial, y destacó el volumen de los trabajos científicos, situando a la CAV entre los principales países del mundo y europeos. A su juicio, “en Euskadi se ha hecho un esfuerzo muy importante en cuanto a producción científica, que aunque quizás no da lugar a una gran publicación, sí a una producción de calidad”. Y, según sus palabras, “esto es la base, junto con la formación de alto nivel y de posgrado, para que se den las innovaciones transformadoras de las que hemos hablado”.

Estudios Avanzados

Uno de los objetivos establecidos por el Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación para esta legislatura es la creación de un Centro de Estudios Avanzados. Su máximo responsable defiende la necesidad de contar con un centro de estas características en Euskadi, “que además de ofrecer una formación de cierto nivel, nos permita contar con una referencia universitaria que nos dé visibilidad internacional”.

En su opinión, “tenemos un buen sistema universitario, con elementos que se complementan unos a otros, perfiles universitarios muy diferentes, que cubren diferentes formas de ver la formación superior y maneras de trabajar... Tenemos una universidad pública que está entre las 400 mejores del ranking de Shanghai”.

Pero a pesar de todo este mérito, Pérez Iglesias añade que no tenemos una bandera que nos visibilice en el exterior, motivo por el cual defiende la necesidad del Centro de Estudios Avanzados. A través del mismo se podrá ofrecer una formación de muy alto nivel a jóvenes vascos que ahora tienen que irse al extranjero, pero además, dará opción de traer a estudiantes de lugares muy diversos.

Como conclusión, el consejero no se olvidó de sacar a la luz “uno de nuestros cuellos de botella”, la escasez de determinados perfiles profesionales, que son esenciales para poder mantener una economía basada en el conocimiento avanzado. A su juicio, disponer de dichos perfiles “es una necesidad imperiosa, ya que esta falta de talento representa un problema para Euskadi, sin olvidar tampoco los datos demográficos y la competencia internacional, que es feroz”.

Como alegato a contar que este centro, Pérez Iglesias concluyó destacando la necesidad de disponer de elementos emblemáticos que nos den visibilidad internacional, basada en la calidad.

No obstante, y como mensaje de optimismo, ambos sailburus se mostraron convencidos de que ante este panorama Euskadi tiene su hueco y que si bien le toca trabajar para garantizar un modelo de bienestar, tiene mimbres para alcanzar los cambios a los que se enfrenta ante el nuevo escenario.