El lehendakari Iñigo Urkullu participó en la presentación de la nueva Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020, que busca dar respuesta a los retos derivados del envejecimiento, la cronicidad y la dependencia, y transformar el propio sistema sanitario.

El lehendakari puso de relieve la apuesta firme del Gobierno vasco por la investigación y la innovación, señalando que “entendemos la investigación y la innovación sanitaria como una prioridad, para que los investigadores e investigadoras vascas realicen su trabajo en Euskadi, atraigamos a nuevos investigadores, y así potenciar un sector que puede generar riqueza intelectual y económica para Euskadi”. A su juicio, “los datos nos demuestran que el sector bioempresarial está registrando crecimientos superiores al 10%, y la inversión anual en I+D+i en Euskadi es de 120 millones de euros, de los cuales un 45% proceden del sistema sanitario”.
El lehendakari Iñigo Urkullu, que inauguró esta jornada de presentación de la nueva Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020, estuvo acompañado del consejero de Salud Jon Darpón; de la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia; y del prestigioso profesor Jörgen Larsson, del Instituto Karolinska, uno de los principales centros de investigación biomédica mundial.

Tres décadas de inversión
En su intervención, el lehendakari recordó la trayectoria de tres décadas de inversión en conocimiento del País Vasco y el apoyo más reciente al desarrollo de las biociencias, “un sector que prácticamente no existía como tal en el año 2000 y que hoy ocupa una posición reconocible dentro de las regiones avanzadas industriales del mundo. Y ello gracias a la inversión en capacidades científico-tecnológicas, a la incorporación de investigadores e investigadoras y al apoyo al emprendimiento que ha generado nuevas empresas de base tecnológica”.
El binomio biociencias-salud es precisamente una de las tres áreas estratégicas identificadas en la estrategia de especialización inteligente RIS3 Euskadi.
En el ámbito de biociencias-salud, tal y como señaló el lehendakari, el sistema sanitario es un componente esencial como agente investigador e innovador y también como prescriptor, demostrador (a modo de living lab), comprador y usuario. De ahí que la estrategia sea la contribución del sistema sanitario al desarrollo de RIS3, y también la continuación del apoyo a las actividades de I+D+i para mejorar el sistema sanitario y la salud de la población.

Por su parte, el consejero de Salud, Jon Darpón, desgranó las claves de la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020, que pretende contribuir a la mejora de la salud de las personas y del propio sistema sanitario, en cooperación con las universidades, los agentes científico-tecnológicos y la industria para generar valor y desarrollo socio económico.
Según explicó el consejero, “en Euskadi, el sector de las biociencias es un sector emergente, internacionalizado e intensivo en I+D+i y en capital que debe constituir una apuesta relevante para que podamos converger con los países más avanzados de la UE”.
Recordó que la I+D+i sanitaria contribuye a responder a retos derivados del envejecimiento, cronicidad y dependencia, a transformar el sistema sanitario para adaptarse a las necesidades individuales y poblaciones, con la persona en el centro de toda su actuación, y a apoyar su sostenibilidad.
Asimismo, Darpón destcó la misión de la Estrategia para contribuir al desarrollo de las biociencias-salud, facilitando las actividades de I+D+i en el sistema sanitario y las interacciones con empresas y otros agentes.