Euskadi podría crecer un 2,6% en 2021, tras recuperarse de la caída del 3,6% de este año

El Gobierno vasco revisa el cuadro macroeconómico de la comunidad autónoma

El consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, en una de sus comparecencias.

En un escenario de confinamiento de un mes y con una hipótesis de regreso gradual a la normalidad, con un periodo de transición de 45-60 días, el Gobierno vasco ha estimado que el PIB de Euskadi caerá este año un 3,6% y se perderán 17.000 empleos, pero prevé que en 2021 la economía crezca un 2,6%, y se puedan crear 15.000 puestos de trabajo.

La última previsión de crecimiento para 2020 realizada por el Gobierno vasco –previa a la pandemia–, estaba situada en el 1,9% del PIB y se contaba con la creación de 11.500 puestos de trabajo, dejando la tasa de paro en el 9,6%. Sin embargo, la estimación que hace ahora el Ejecutivo autónomo, tras un mes de confinamiento y con la actividad productiva seriamente dañada, es de una caída del 3,6% del PIB de Euskadi y una reducción del empleo de 1,7 puntos de media anual, lo que supone una destrucción de 17.000 empleos; así la tasa de paro se situará en un 11,4%.
La diferencia con la previsión realizada a finales de 2019 para el presente ejercicio sería, por tanto, de 5,5 puntos en el PIB, casi un punto y medio más que la caída del PIB durante la crisis de 2009, que fue del 4,1%.

_OFERTA

La industria caerá este año un 3,9% de media, mientras

que los servicios bajarán 3,3 puntos. El sector de la

construcción también registrará decrecrecimientos

a partir del segundo trimestre.

_DEMANDA

El consumo de los hogares se reducirá en un 4,4% de

media. También bajarán la inversión (4,1 puntos) y

la aportación de la demanda externa (0,6%).

Sin embargo, el consumo público subirá un 4,6%.

No obstante, y con una hipótesis de regreso gradual a la normalidad, contemplando un periodo de transición de entre 45 y 60 días, el Gobierno vasco estima que la economía de Euskadi podría recuperarse y terminar 2021 con un crecimiento del 2,6%. Ese año, el empleo crecería 1,6 puntos lo que supondría la creación de 15.000 puestos de trabajo, lo que permitiría que la tasa de paro volviera a bajar del 10% y se situara, en concreto, en el 9,6%.

Bajadas generalizadas

En la revisión del cuadro macroeconómico del País Vasco se apunta, además, que en 2020 se verá una caída en el consumo de los hogares, lo que, dada la importancia de este agregado, arrastrará al PIB en su conjunto. También caerían la inversión y la aportación de la demanda externa. En cambio, el consumo público subirá, impulsado por los estabilizadores automáticos de la economía, así como por las medidas extraordinarias de incremento del gasto público en partidas como la sanidad y como consecuencia de las medidas implantadas para mitigar los efectos del confinamiento.
Respecto a la oferta, las consecuencias de la reducción de la actividad productiva afectarían a todos los sectores, con bajadas en la industria (que ya había sentido el golpe del coronavirus con antelación a su llegada a Euskadi), los servicios y la construcción.
En opinión del consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, “Euskadi precisa hoy, con urgencia, una estrategia económica que haga posible y viable, en primer lugar, la financiación del gasto en salud que se precisa y, en segundo lugar, que responda a la situación de emergencia que viven las empresas y las personas”.

11,4% alcanzará la tasa de paro en 2020,

al perderse unos 17.000 puestos de trabajo

En este sentido, el consejero de Hacienda y Economía valora la “estrategia económica de respuesta” elaborada por el Ejecutivo y ha advertido de que se contemplan tres dimensiones de impacto: liquidez del sector público debido a las medidas adoptadas en el ámbito tributario para favorecer la propia liquidez de las empresas; los ingresos, teniendo en cuenta la evolución de la economía y su elasticidad de respuesta, así como las decisiones de gasto público.
Gasto público
Precisamente, en una entrevista a Radio Euskadi, Pedro Azpiazu señalaba que la crisis económica que se derivará de la pandemia del coronavirus obligará a recortar y reasignar gasto público y cree que casi será “forzado” retrasar grandes obras. Según él, el pico económico está empezando, porque ya está comenzando la caída de la actividad y producción y, “enseguida” se producirá la de la recaudación.
Por ello, cree que el problema económico que se va a derivar del coronavirus se va intensificar durante los próximos meses y, a medida que pase la crisis sanitaria, lo económico “irá cogiendo relevancia”, por lo que habrá que hacer “esfuerzos importantes”. Azpiazu reconoce, además, que, dada la realidad de la recaudación y del problema del coronavirus, habrá que “aumentar sin duda alguna este endeudamiento a lo largo de los próximos meses”.

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