Miles de personas se vuelcan en la localidad costera guipuzcoana para celebrar el 500 aniversario del 
desembarco tras dar por primera vez la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano y sus 17 tripulantes.
Una representación espectacular, a la que asistió el lehendakari Iñigo Urkullu, en recuerdo de la gesta
de uno de los vascos más universales.

Como si cinco siglos no fueran nada, Getaria revivió el 6 de septiembre, con la emoción a flor de piel, la mayor gesta protagonizada por su vecino más ilustre. Se cumplían 500 años de la primera vuelta al mundo culminada por el capitán Juan Sebastián Elcano y sus paisanos se entregaron al homenaje de forma multitudinaria, en el puerto y las calles de la localidad costera guipuzcoana para tributar al ‘hijo del pueblo’ el mayor de los homenajes. Tres años después de que cinco embarcaciones zarparan en 1519, únicamente la nao ‘Victoria’ regresó a Sanlúcar de Barrameda un 6 de septiembre de 1522 tras dar la vuelta al mundo, convirtiendo a Elcano para siempre en uno de los vascos inmortales por excelencia.

La representación del desembarco, que se celebra desde hace 100 años en Getaria, era especial por lo redondo de la efeméride y, como no podía ser de otra manera, contó con la más alta representación institucional. Con el lehendakari Iñigo Urkullu a la cabeza, dieron la bienvenida en tierra a los 21 protagonistas que llegaron vivos a tierra (18 tripulantes y los tres indígenas procedentes de las islas Molucas que les acompañaban) –tres años antes zarparon 234-, además, del diputado general de Gipuzkoa Markel Olano; el alcalde de Getaria Haritz Alberdi; la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria; el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria; la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia; la portavoz foral Eider Mendoza, o el diputado de Cultura de Gipuzkoa, Harkaitz Millan. 

Por primera vez hubo una
mujer entre los tripulantes

Los representantes institucionales se mezclaron con una multitud que, desde varias horas antes al avistamiento de la nao ‘Victoria’, ocupó las mejores atalayas para presenciar el histórico desembargo dentro de una jornada espectacular, que ponía fin a los actos que se extendieron durante todo el fin de semana.

Pasillo humano
Un estruendo en forma de bocina fue sinónimo de la llegada a puerto de la nave. 21 cañonazos en honor a los 21 tripulantes recibieron a una ‘Victoria’ que hizo su entrada ya con las velas arriadas y, por primera vez en la historia de la representación, con una mujer, encarnada por Izaro Lestayo, entre los 21 tripulantes. Harapientos y hambrientos, en medio del doblar de las campanas, la tripulación, con Elcano y su contramaestre Juan de Acurio a la cabeza, descendió del barco e inició cabizbaja el recorrido a pie hasta la iglesia de San Salvador. El pasillo humano que formaban los espectadores en la adoquinada cuesta que separa el muelle de la iglesia se rompía las manos a aplaudir en forma de reconocimiento.

Elcano y sus marineros, ya aseados y con el vestuario renovado, emprendieron entonces en una carroza el último tramo del desfile, acompañados de representantes de los cinco continentes –la madre del capitán representaba a Europa-. Decenas de getariarras, con trajes cosidos por ellos mismos –fieles a la tradición costurera de la villa-, conformaron la comitiva que desembocó en el monumento a Elcano donde esperaban el Orfeón Donostiarra y el coro Salbatore para el acto final. Xabi Solano interpretó con su trikitixa ‘Bi mundu’, la pieza conmemorativa compuesta para la ocasión, antes de que las voces corales cerraran el acto entonando el ‘Gora Elkano’ que puso un broche de oro a la celebración.

Dos exposiciones en Itsasmuseum

Itsasmuseum Bilbao ha organizado en los últimos tres años diferentes actos para conmemorar la circunnavegación de Juan Sebastián Elkano: dos grandes exposiciones temporales, una en Google Arts, una biografía en euskera y castellano, organizado junto a la AVCMM un ciclo de conferencias y multitud de talleres educativos. Asimismo, desde Itsasmuseum se ha destacado la importancia de la aportación vasca a esta gesta marítima, concretamente: aportando naos, ya que tres de las cinco que parten tienen origen en Bizkaia 
(la Victoria expropiada en Ondarroa, la nao San Antonio expropiada en Erandio y la nao Trinidad, comprada en Lekeitio); numerosos pertrechos: especialmente aquellos cuyo material fuera hierro de Bilbao, armas, herramientas y útiles de cocina; pero sobre todo, marinos. Salen 31 vascos, entre unos 245 y vuelven cuatro de entre los 18 que regresan a bordo de la Nao Victoria.