La fabricación aditiva muestra signos de consolidación. El sector experimentó un crecimiento global del 11% el año 2023, siendo Asia y Norte América las zonas geográficas de mayor incremento, impulsadas por China y EE.UU., respectivamente.

En el ámbito estatal, los datos obtenidos por el sector de la fabricación aditiva están siendo también positivos. En cuanto al posicionamiento en el ranking de base a máquinas de fabricación aditiva instaladas en el mundo, se ha pasado del 1,3% al 1,5% de cuota de mercado en tan solo en dos años.

Los datos que maneja Addimat revelan que el consumo de impresoras 3D industriales en España aumentó en 2023 un 17,7%, una cifra que, a juicio de Naiara Zubizarreta, directora de Addimat y Stech, indica un avance significativo. Sin embargo, señala que, “el sector en España sigue siendo aún muy pequeño en comparación con nuestros competidores europeos como Alemania, que acumula el 8,2% de la cuota de equipos instalados a nivel mundial, lo que significa que avanzamos de manera sólida, aunque desde una etapa más temprana”.

En cuanto a las proyecciones futuras, desde Addimat estiman unas previsiones alentadoras, con un consenso entre los expertos que anticipa un crecimiento anual de en torno al 15% para los próximos cinco años. Hoy en día, las diferentes tecnologías de impresión 3D han superado la prueba del mercado y se están multiplicando e instalándose en todos los sectores.

Procesos  El uso de impresoras 3D en el ámbito industrial es hoy muy habitual en procesos de fabricación, lo que indica un mayor reconocimiento de los beneficios que dicha tecnología puede ofrecer. Zubizarreta incluye, entre estos beneficios, la personalización masiva de productos, la notable disminución en los tiempos de desarrollo y fabricación, y la reducción de costes de producción. Añade, además, la capacidad de producir piezas complejas que serían difíciles o imposibles de fabricar mediante otros métodos.

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Las empresas del sector trabajan para reducir los tiempos en los procesos industrializados y la búsqueda de productividad.

No obstante, desde la asociación indican que, pese a los más de 30 procesos de fabricación aditiva disponibles, no todos están en la misma etapa de madurez, motivo por el cual las empresas del sector trabajan sin descanso para mejorar los procesos de fabricación y encontrar nichos de mercado concretos a los que dirigir sus soluciones.

Sobre las tendencias, Zubizarreta destaca la búsqueda de la productividad y la reducción de tiempos en los procesos más industrializados, junto con la automatización de los postprocesados puede suponer más del 30% del coste de la pieza en algunos casos. El uso de inteligencia artificial y ‘machine learning’ es otra, ya que según afirma, “la IA facilita el diseño de piezas, y también el análisis de datos históricos y simulaciones a tiempo real, así como los procesos de control de calidad”.

A esta lista de tendencias añade la preocupación que existe por el impacto medioambiental, y “aunque la fabricación aditiva ofrece varios beneficios ambientales, aún enfrenta desafíos que deben abordarse para maximizar su sostenibilidad”, subraya la directoria de Addimat.

La personalización masiva se une a la lista de tendencias, es decir, la capacidad de producir piezas personalizadas a gran escala está permitiendo nuevas formas de consumo y fabricación, especialmente en la medicina y la industria dental. Por último, Zubizarreta señala a la búsqueda de nichos de aplicación para cada tecnología, que facilite la diferenciación con los competidores y garantice la supervivencia de cada uno de los procesos que se están desarrollando, tanto para procesar metal como polímeros, resinas, composites, materiales cerámicos y otros, figuran también como preferencias del momento.