Las empresas del clúster de Industrias de Medio Ambiente de Euskadi (Aclima) facturaron en 2017 en el País Vasco 1.882 millones de euros en ámbitos ambientales, lo que supone un 3,5% más que en el ejercicio anterior. Esta cifra representa más del 50% del negocio del sector ambiental vasco, que facturó 3.606 millones.

El presidente de Aclima, Xabier Caño, aseguró que las empresas del clúster llevan ya dos años experimentando un crecimiento sostenido, apoyado por “la recuperación económica de la industria y un mayor gasto público en el sector ambiental”, a lo que hay que añadir “el esfuerzo realizado en el posicionamiento internacional del sector”.
En este sentido, Caño insistió en que el indicador de ventas en el exterior está mejorando, “de manera lenta pero sostenida”, gracias a la apuesta realizada por muchas de las empresas del sector de reforzar su presencia en mercados internacionales, “de manera especial en Latinoamérica y Oriente Medio”. Así, los proyectos desarrollados en otros países supusieron una facturación de 403 millones de euros para las empresas de Aclima.

Estas reflexiones se realizaron con motivo de la presentación de resultados, previa a la celebración de la Asamblea General de Aclima. Caño aseguró que, además de la internacionalización, el clúster ha apostado por los proyectos de I+D+i, en los que ha invertido 136,4 millones.
En este sentido, la línea de trabajo clave para el clúster en 2018 será el Basque Environment 4.0, una iniciativa que permitirá a las empresas del sector adaptarse a la digitalización a la vez que se lidera la aplicación de las nuevas tecnologías digitales en el sector ambiental.
Tecnología
La directora general de Aclima, Kristina Apiñaniz, aseguró que se identificará y acercará al sector ambiental nuevas tecnologías susceptibles de contribuir a mejorar su eficiencia y su impacto en el entorno, tales como la sensórica, la robótica, el ‘big data’, internet de las cosas, drones y ‘serious games’. Además, potenciará la nueva cadena de valor de aplicar las nuevas tecnologías digitales al sector ambiental, fomentando la colaboración entre las empresas que disponen de las tecnologías y aquellas que tienen el conocimiento en el sector. “La combinación de las diferentes tecnologías permite ofrecer soluciones globales de mayor valor añadido, por lo que estamos fomentando la creación de consorcios y el desarrollo de proyectos de I+D+i en colaboración”, explicó Apiñaniz.
Por otra parte, destacó que 2017 fue “un año especialmente satisfactorio”, en el que los socios “empiezan a visualizar el valor añadido y los resultados del trabajo” de los últimos años del clúster, formado por 103 socios (78 empresas privadas, 16 entidades e instituciones públicas, cuatro centros tecnológicos y centros de empresas, cuatro universidades y una asociación empresarial) que trabajan en el sector ambiental.