El ambicioso Plan Estratégico 2023-2026 del Puerto de Bilbao avanza en todas sus líneas de acción. En el ecuador de su vigencia, los representantes de la comunidad portuaria han realizado un análisis del grado de cumplimiento a lo largo del pasado 2024, del cual se desprende que los principales progresos se están efectuando en sostenibilidad ambiental y económico-financiera; y en personas, conocimiento y talento. 
La propuesta de valor de la Autoridad Portuaria se construyó en base a las premisas de ser un puerto verde, competitivo y responsable. En los últimos años, se han llevado a cabo 13 actuaciones en materia de transición energética, lo que ha servido al puerto para ser una referencia medioambiental. En este ámbito, destacan especialmente los avances en sostenibilidad, con proyectos como la electrificación de los muelles, asociada a fuentes de energía renovables, y la reducción de la huella de carbono en el entorno portuario. 

Los principales progresos se están efectuando en  sostenibilidad ambiental  y económica; y en personas, conocimiento y talento

Otro de los elementos tractores de la estrategia portuaria se refiere al tráfico, que evoluciona de manera positiva, con un aumento del 5% pese al descenso del gas natural y de los contenedores. Así, se han acreditado importantes crecimientos en graneles, mercancía rodada y pasajeros. 
Por su parte, el grado de ocupación cifrado en un 92% impulsa los trabajos de la segunda fase del Espigón Central para acoger nuevos proyectos que aporten tráficos y empleos. De la misma manera, la entidad portuaria avanza en materia de sostenibilidad económico-financiera, lo cual le permite abordar nuevas inversiones estratégicas y mantener, nuevamente, unas tasas que encadenan once años congeladas.
Por si fuera poco, la Autoridad Portuaria ha cumplido los objetivos para desarrollar las capacidades futuras, garantizando la transferencia del conocimiento y la atracción de nuevo talento. Resalta el número de proyectos transversales que promueven la cultura colaborativa y orientada al cliente, los programas de formación en áreas críticas de conocimiento como digitalización, transición energética o metodología en trabajo por proyectos, así como el cumplimiento en el plan de comunicación corporativo interno y externo.