Euskadi es la comunidad autónoma que lidera la inversión en I+D en el Estado, con un 2,11% sobre el PIB (1.647 millones de euros); también está en cabeza en el retorno per cápita de fondos europeos, casi triplicando la media española. Además, según el análisis del Eustat del último Panel Europeo de Indicadores de Innovación (EIS2022), Euskadi se mantiene entre los países europeos de ‘alta innovación’, con un valor que se sitúa un 10% por encima de la media de la UE-27. Sin embargo, la actividad de las pequeñas y medianas empresas en este ámbito sigue siendo escasa. Hacerla crecer es uno de los objetivos de Innobasque en el período 2021-2024.

La comparación que hace el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, del último Panel Europeo de Indicadores de Innovación-European Innovation Scoreboard (EIS 2022), señala que en Euskadi se alcanza un valor de 0,597, puntuación superior a la de la media de la UE-27, que se sitúa en 0,542. Este dato posiciona al País Vasco al nivel del grupo de países innovadores fuertes, al obtener una media entre el 100% y el 125% de la registrada por la UE-27 –en concreto, del 110,1%–, mientras que España se sitúa entre los países innovadores moderados, con un valor de 0,481. Desde 2016, Euskadi se sitúa, siempre según los datos elaborados por Eustat, en el grupo de países ‘innovadores fueres’ (como Irlanda, Luxemburgo, Austria, Alemania, Francia…) y 2022 es el segundo año consecutivo que supera la media europea. 
Entre los ámbitos que estudia el EIS, Euskadi sobresale en dos bloques respecto a la media europea: ‘Condiciones marco’, que miden los principales motores de los resultados en innovación externos a las empresas, e ‘Inversiones’, que analiza la inversión pública y privada en investigación e innovación. En el primes caso, el País Vasco obtiene mejor puntuación que la media europea en las tres dimensiones que lo componen: ‘Recursos humanos’, ‘Sistemas de investigación atractivos’ y ‘Digitalización’. En el segundo, en dos de las tres dimensiones que se examinan –‘Inversión de las empresas’ y ‘Uso de tecnologías de la información’– Euskadi logra mejor puntuación que la UE. Concretamente, en lo que a inversión para generar innovación se refiere, Euskadi supera a Europa en ‘Gasto en I+D del sector empresarial como porcentaje del PIB’ y ‘Gasto en innovación por empleado, en empresas innovadoras’. Sin embargo, en ‘Gasto en innovación sin I+D (porcentaje sobre la cifra de negocio)’, la media de la Unión Europea está por delante del País Vasco.

Aunque con claroscuros, el resultado de la comparación con los países de la Unión Europea sigue siendo muy positiva. Habrá que esperar al Panel de Indicadores Regionales de Innovación (RIS), que es una extensión regional del EIS, para evaluar el rendimiento de la innovación de las regiones europeas en determinados indicadores. Dado que, en este caso, la comparación se realiza con regiones similares en tamaño, PIB y otras condiciones socioeconómicas, se podrá ver de una manera más clara la posición de Euskadi en Europa. El último disponible es el de 2021 y, en él, el País Vasco no solo había recuperado su nivel como región ‘alta en innovación’ (perdido dos años atrás) sino que, por primera vez, su rendimiento era superior a la media de la UE. Además, era calificado por la Comisión Europa como “polo de excelencia” en un país de innovación moderada.

Crece el gasto en I+D
Los datos del EIS 2022 confirman el esfuerzo que se está realizando en el País Vasco en inversión en actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico en los últimos tiempos. Según el Eustat, el gasto en I+D interna en  2021 alcanzó un total de 1.647 millones de euros en Euskadi, una cantidad récord que supone 157 millones más que el año anterior y representa un aumento del  10,5%. Con estas cifras, el gasto en actividades de I+D sobre el PIB supone ya el 2,11% en 2021, tres centésimas superior a la lograda en 2020.

En 2021, la I+D interna empleó a 20.804 personas (en lo que se denomina Equivalencia a Dedicación Plena), al aumentar el 6,6% respecto al año anterior, y también creció (un 5,4%) el número de personas investigadoras, que llegó a 14.367. Asimismo, la mayor parte del gasto en I+D interna, el 77,4% (1.275,2 millones de euros), lo llevaron a cabo las empresas, mientras que el 16,2% (267,1 millones) correspondió a la Enseñanza Superior y el 6,4% restante (104,7 millones) lo ejecutaron diversos organismos dependientes de la Administración. En relación a 2020, las empresas incrementaron un 11,6% su gasto en I+D; los organismos dependientes de la Administración, un 18,6%, y la Enseñanza Superior, un 3,2%.
La distribución sectorial de ejecución del gasto en I+D interna se mantiene relativamente estable en los últimos años. Respecto a 2020, empresas y Administración Pública presentaron en 2021 un aumento en su participación en el gasto total en I+D interna de 0,7 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente. Desde la óptica de la financiación, las empresas destinaron a investigación 933 millones de euros, un 14,8% más que en 2020, lo que supone el 56,7% del total de la financiación, elevando su participación en el total financiado en 2,1 puntos porcentuales más con respecto al año anterior y manteniéndose como la primera fuente de financiación. La aportación pública, por su parte, fue de 541 millones, tras aumentar un 6,2% respecto al año anterior, y representa el 32,9% del total del gasto en I+D interna, que, pese al fuerte incremento, desciende su presencia en 1,3 puntos porcentuales.

Según los últimos datos del Eustat, el gasto en I+D interna en 2021 alcanzó un total de 1.647 millones de euros en Euskadi, un 10,5% más que el año anterior, y supone ya el 2,11% sobre el PIB

Proyectos europeos
Otro reflejo de la actividad investigadora e innovadora de los agentes vascos es su participación –y, sobre todo, sus logros– en los programas europeos. De hecho, Euskadi ha conseguido unos resultados excelentes en el programa marco europeo de Investigación e Innovación, Horizonte 2020 (H2020), vigente de 2014 a 2020. En concreto, ha logrado unos retornos de 869 millones de euros (el 1,3% del presupuesto total del programa), una cantidad un 84% superior a la obtenida en el VII Programa Marco de I+D (2007-2013), que fue de 473 millones.

La cifra, que es casi un 8% más de lo previsto inicialmente, sitúa al País Vasco entre las 20 regiones de la UE-27 que más contribución per cápita han obtenido de la UE: está en el noveno puesto, de las 240 consideradas. En H2020 se han aprobado 1.492 proyectos vascos (un 51% más que los 984 del VII PM), la mayoría de ellos en los pilares III, ‘Retos Sociales’ (555) y II, ‘Liderazgo Industrial’ (542), pero también con una participación destacada en el I, ‘Ciencia Excelente’ (286). Así, la tasa de éxito de Euskadi ha sido del 19%, cuatro puntos menos que en el VII PM (ha aumentado la competencia), pero siete más que la media europea (12%), que se ha reducido en ocho puntos con respecto al programa marco anterior. 
La mayor participación en H2020 ha correspondido a los agentes empresariales (325, el 79% del total), muy por delante de los tecnológicos (20/5%), científicos (13/3%) y sanitarios (8/2%). Pero lo destacable es el número de nuevas entidades que han participado en el programa: 189 pymes, 37 grandes empresas, 16 instituciones públicas, 14 asociaciones empresariales y clústeres, además de nueve unidades de I+D empresariales, cuatro hospitales, tres centros tecnológicos, otros tantos BERC y dos universidades. En suma, más proyectos y de mayor calidad; un 33% más de participación, con muchas entidades nuevas (un 54% más de pymes), y una mayor colaboración dentro de Euskadi y con agentes de referencia a nivel internacional.

Innovación y competitividad
Pero, pese a todos estos resultados, la actividad innovadora de las pymes sigue siendo escasa. Esto se refleja en el Informe de Competitividad del País Vasco 2022 realizado por Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad, impulsado por la Universidad de Deusto. El análisis de los resultados económico-empresariales de Euskadi realizado por Orkestra es consistente con la turbulenta situación que está viviendo la economía global en los últimos años y ofrece una imagen con claroscuros, con algunos indicadores que mejoran (PIB per cápita, la rentabilidad y las exportaciones) y otros que empeoran (innovación y emprendimiento) debido al impacto de las crisis.

En Horizonte 2020, Euskadi participó en más proyectos y de mayor calidad; registró un 33% más de participación, con muchas entidades nuevas, y una mayor colaboración dentro de Euskadi y con agentes de referencia a nivel internacional

En concreto, se señala que los últimos resultados de innovación y emprendimiento (de 2020), muestran una evolución negativa en la proporción de pymes innovadoras, en las ventas de productos nuevos y en el porcentaje de empresas de alto crecimiento. Llama particularmente la atención el descenso del 41% al 39% en el porcentaje de pymes innovadoras, ya que la evolución en los otros territorios analizados ha sido positiva. Esto se explica en parte por un aumento en el número total de pymes en el País Vasco. Es posible que también refleje el mayor impacto de la pandemia en los sectores en los que Euskadi está especializada y, consecuentemente, en sus niveles de innovación. “Sin embargo, confirma la necesidad de ser persistentes en los esfuerzos que ya están en marcha para fomentar una cultura de innovación entre las pymes vascas”, se subraya desde Orkestra.

De hecho, entre las seis ‘palancas dinámicas’ sobre las que empresas, gobiernos y otros agentes deben actuar para abordar los retos asociados con los cambios en la estructura económica y demográfica y, simultáneamente, aumentar la capacidad de adaptación continua que demanda el entorno de incertidumbre, está el conocimiento. Y se plantean cuatro acciones concretas: mantener la positiva evolución reciente en el gasto en I+D y los esfuerzos en apoyar la innovación en las pymes; mantener, asimismo, el esfuerzo en aumentar los activos de conocimiento científico, reforzando el compromiso y alineación del sistema científico y universitario con la estrategia S3 (PCTI 2030); reflexionar sobre la baja propensión a patentar en el País Vasco y los potenciales peligros de esta tendencia en un momento en que las reglas del juego en propiedad intelectual a nivel internacional están cambiando y, finalmente, fortalecer las dimensiones más débiles detectadas en la economía y sociedad digitales, que son el número de especialistas TIC y de procesos de formación en las empresas y el aprovechamiento de algunas tecnologías emergentes.

Orkestra subraya la necesidad de ser persistentes en los esfuerzos que ya están en marcha para fomentar una cultura de innovación entre las pequeñas y medianas empresas vascas

El informe de Orkestra también identifica cinco ejes de acción transversales sobre las palancas de competitividad y uno de ellos no es otro que trabajar la cultura, capacidad y orientación de la innovación de las empresas, la Administración y el territorio en su conjunto. “La cultura y capacidades de innovación son críticas para reforzar la productividad en todos los ámbitos y paliar los efectos negativos de la reducción de la población activa en la competitividad del territorio. Para ello, es necesario seguir invirtiendo en I+D+i y reforzar las capacidades científicas del territorio, así como mejorar continuamente las capacidades de las personas, adaptándolas a las nuevas necesidades del tejido productivo”, se señala.
“La orientación de la innovación es también crítica para asegurar el alineamiento con las oportunidades específicas derivadas de la digitalización y la servitización de la industria, la sostenibilidad y eficiencia energética y el envejecimiento de la población –apunta el Informe de Competitividad del País Vasco 2022–. Para ello, es necesario trabajar una visión colectiva sobre el futuro que queremos y ser sensibles a la necesidad de colaboración para innovar frente a retos más complejos”.

Cambio de tendencia
Que la inversión en I+D alcance su máximo histórico y que haya crecido tanto la de origen público como la de privado; que las  empresas hayan sido las mayores destinatarias de esta inversión (el 57%); que crezca el número de empresas que hacen I+D; que Euskadi sea la novena región europea, de 240, en conseguir mayor volumen de fondos para financiar proyectos de innovación y de investigación, y que, además, haya pasado del puesto 132 al 93 (también de 240) en el EIS, lo que sitúa al País Vasco como “región de alta innovación” y “polo de excelencia”, son datos que confirman un cambio de tendencia en Euskadi en materia de innovación, a juicio del presidente de Innobasque, Manuel Salaverria.
“Estamos afrontando esta crisis mejor que la anterior”, aseguró durante su intervención, en primavera, en ‘Fórum Europa. Tribuna Euskadi’, de Nueva Economía Fórum, pero subrayó que los principales retos que debe afrontar la innovación vasca son la actividad innovadora de las pymes y la formación científico-tecnológica de la juventud.
El presidente de la Agencia Vasca de la Innovación trasladó también la percepción de los responsables de I+D de las principales empresas vascas que “están viviendo un auténtico estado de necesidad de innovar sorprendidos por el nivel de disrupción” que están provocando las transiciones socio-sanitaria, medioambiental y digital. En este entorno “tan cargado de futuro” Salaverria reivindica, “más que nunca y más que nada, innovación para transformar, considerar la existencia de múltiples futuros, captar oportunidades y escoger dónde queremos ser protagonistas”. 

En este sentido, recordó que la actividad de Innobasque para el período 2021-2024 está dirigida a incrementar el número de pymes vascas que innovan, aumentar la presencia dela I+D+i vasca a nivel internacional, fomentar el interés de los jóvenes por la ciencia y la tecnología (especialmente entre las mujeres), seguir dotando al Sistema Vasco de Ciencia Tecnología e Innovación de herramientas avanzadas y ser un laboratorio de experimentación de actividades de impulso a la innovación. Para ello, Innobasque seguirá colaborando con los agentes del ecosistema vasco de innovación, proponiendo, entre otras, acciones para promover el talento y la innovación disruptiva. “No hay tiempo para el desánimo –concluyó Manuel Salaverria–. La clave va a ser el nivel innovación que seamos capaces de generar en Euskadi”.