El EVE presenta en el Parlamento la Estrategia Vasca del Hidrógeno

El director general del EVE, Iñigo Ansola, fue el encargado de presentar las líneas de trabajo establecidas en el documento.

El director general del Ente Vasco de la Energía, Iñigo Ansola, ha presentado recientemente a representantes del Parlamento vasco las principales líneas de trabajo establecidas en la Estrategia Vasca del Hidrógeno del Gobierno vasco.
El documento establece las bases para situar a Euskadi en una posición de liderazgo para aprovechar las oportunidades energéticas, medioambientales y de desarrollo industrial y tecnológico que ofrece este vector, y que contribuirán al cumplimiento de los objetivos para la transformación del sistema energético.
En su intervención, Ansola destacó que esl hidrógeno será “clave para el despegue definitivo y la integración de las energías renovables” en el sistema energético, algo que resulta imprescindible para alcanzar las cotas de descarbonización asumidas en Euskadi, en sintonía con los objetivos europeos y el acuerdo de Paris. El fin último es lograr un consumo cero de petróleo y sus derivados para usos energéticos en 2050.

El objetivo principal es lograr un consumo

cero de petróleo y sus derivados para

usos energéticos en 2050

La estrategia del hidrógeno persigue impulsar la creación de un ecosistema de producción, distribución y consumo de hidrógeno basado en las capacidades industriales, logísticas y tecnológicas existentes. Así, este ‘valle del hidrógeno’ supondrá la creación de un mercado local de hidrógeno que sirva como herramienta viable para la descarbonización de la industria vasca y otros sectores como el transporte. Asimismo, al igual que ha ocurrido con el desarrollo de tecnología vasca en sectores como el eólico, permitirá la exportación de este conocimiento al mercado internacional, ya que se prevé un notable crecimiento del mismo en toda Europa en los próximos años.
Los objetivos fijados incluyen toda la cadena de producción hasta los diferentes usos finales (producción, almacenamiento, transporte y distribución), lo que supone una concepción holística de este elemento para su integración con los objetivos de la Estrategia Energética de Euskadi.
Se estima que para la consecución de los objetivos se requerirán inversiones por un valor que varía entre los 910 y 1.510 millones de euros. Gracias a ello, se prevé que podrían producirse más de 100.000 toneladas de hidrógeno renovable o bajo en carbono en 2030, lo que supondrá un ahorro de energía no renovable cercano a las 300.000 toneladas equivalentes de petróleo.

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