El covid ha reforzado la estrategia de RSC en el 53% de las empresas del País Vasco

Según un informe de Fundación Adecco y del Departamento de Trabajo y Empleo

La colaboración con las comunidades y personas más desfavorecidas es uno de los objetivos de la estrategia RSC.

Más de la mitad de las empresas de Euskadi (53%) ha reforzado sus políticas de RSC a raíz del covid, situando sus estrategias de diversidad, equidad e inclusión como segundo aspecto prioritario de su gestión, por detrás del elemento medioambiental.

La fotografía actual de la RSC en Euskadi es la de un tejido empresarial avanzado, que ha superado con creces el principio de voluntariedad para adentrarse en estadios más evolucionados, en los que la RSC ocupa un lugar estratégico para la compañía y sus grupos de interés. Así se concluye en el Informe ‘RSC, Diversidad & Inclusión en Euskadi’, presentado por la Fundación Adecco, en colaboración con el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, en el que se definen también los grandes retos que subsisten para las empresas de la región, como dotar a la RSC de una transversalidad total o establecer indicadores de medición que permitan monitorizar el impacto de las acciones en la empresa y en la sociedad.
En Euskadi se advierte que en la mayoría de las empresas (38,3%), la RSC es liderada por el Departamento de Recursos Humanos, seguidas de un 12,7% en las que la RSC se vincula al Departamento de Comunicación y Marketing, siendo un aspecto esencialmente reputacional. El reto es dotar a la RSC de una transversalidad total, de modo que, aunque existan responsables que dinamicen estas actuaciones, su ejecución no recaiga en su totalidad en personas o departamentos concretos, sino que sea un elemento intrínseco a la organización, que impregne a todas las áreas.

Dotar a la RSC de transversalidad
y gestionar la heterogeneidad,

la inclusión y la equidad


Además de esta necesaria transversalidad, existen otros retos para las empresas en materia de RSC, entre los que el informe de Adecco destaca la necesidad de un mayor foco social y menos corporativo, y un mayor protagonismo de los grupos de interés beneficiarios o impactados por su actividad; el fomento de la diversidad como pilar de la competitividad; la extensión de la RSC a toda la cadena de valor, promoviendo entre los proveedores el cumplimiento de ciertos estándares de responsabilidad; una innovación que promueva productos y servicios que fomenten la igualdad de oportunidades, la colaboración o las elecciones de vida saludable.
Gestión de la diversidad
La mayoría de las empresas de Euskadi (85,3%) coincide en que la gestión de equipos heterogéneos supone una ventaja competitiva para la compañía o que las estrategias de diversidad, equidad e inclusión ya ocupen el segundo lugar en el ránking de prioridades dentro del ámbito de la sostenibilidad. El primer lugar lo ocupa el ámbito medioambiental (63%), y en tercer lugar se sitúa el aspecto social; es decir, la colaboración con las comunidades y personas más desfavorecidas del entorno y, con el mismo porcentaje, la preocupación por las condiciones internas de los trabajadores.
En cuanto a los beneficios que aporta la diversidad a los equipos de trabajo, la gran mayoría de las empresas coincide en que el principal es la creatividad/innovación (82,9%), seguido de la mejora del clima laboral (56,1%), la mayor reputación (17,1%), la apertura a nuevos mercados (9,8%) y la prevención de crisis reputacionales .

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