El Banco Central Europeo (BCE) someterá a 109 entidades de crédito directamente supervisadas por la institución a pruebas de resistencia para evaluar su respuesta y capacidad de recuperación frente a un ciberataque. Las conclusiones de este estudio se comunicarán en el verano. El ejercicio no plantea tanto cómo evitar un ataque como la capacidad de los bancos para responder una vez sufrido un incidente que altera las operaciones diarias de las entidades. De esta manera, los bancos tendrán que validar, por ejemplo, sus procesos de activación de procedimientos de emergencia y planes de contingencia o cómo proceden a restablecer con normalidad sus operaciones. El BCE ha aclarado que, posteriormente, sus supervisores evaluarán en qué medida las entidades pueden hacer frente a ese escenario. Esta muestra abarca diferentes modelos de negocio y ámbitos geográficos para ofrecer un reflejo representativo del sistema bancario de la zona del euro y garantizar una coordinación eficiente con otras actividades de supervisión. La prueba de ciberestrés no tendrá impacto en el capital a través de la recomendación Pilar 2, específica para cada entidad, pero servirá para la evaluación supervisora más amplia de 2024. De este modo, los supervisores analizarán las conclusiones y enseñanzas que se extraigan con cada entidad en el marco del proceso de revisión y evaluación supervisora de 2024, que examina el perfil de riesgo individual de cada entidad.