Al finalizar el primer cuatrimestre de 2023, casi el 41% de la población trabajadora de Euskadi tenía sus convenios actualizados; es uno de los más altos de los últimos años. Además, el salario medio pactado aumentó en un 3,57% y se contabilizaron un 20% más de huelgas.

El porcentaje de población trabajadora con sus convenios actualizados al finalizar el primer cuatrimestre se situó en Euskadi en el 40,9%, uno de los más altos de los últimos años, si se compara con el número de personas que se encontraban en pasados ejercicios con sus convenios actualizados al finalizar el mes de abril. Así se señala en el reciente informe del Consejo de Relaciones Laborales (CRL). A lo largo de estos cuatro primeros meses de 2023 han renovado sus convenios el 13,9% de la población trabajadora, sin que en este cómputo esté incluida la amparada por los últimos acuerdos logrados, al encontrarse estos pendientes de registro y publicación.
Entre ellos, y por su importante volumen de empleo, destacan los convenios de la Industria Siderometalúrgica y Hostelería, en Gipuzkoa; y, en Bizkaia, los de Transporte de Viajeros por Carretera y Ayuda a Domicilio, y el acuerdo recientemente logrado en las Residencias de la Tercera Edad. 

Salarios y huelgas
El incremento salarial medio de los convenios vigentes en el País Vasco se situó en el 3,57%; en concreto, 3,92% para los convenios negociados en Euskadi y del 2,99% para los de ámbito estatal con incidencia en esta comunidad autónoma. Pero si se incluyeran en el cálculo las subidas contempladas en los convenios en los que se ha logrado ya un acuerdo o preacuerdo, y cuyo registro y publicación probablemente se llevará a cabo en los próximos meses, el incremento medio ponderado de los convenios vigentes subiría alrededor de un punto.
Por otro lado, y en lo que a la conflictividad se refiere, en los dos primeros meses del año se habían registrado en Euskadi 28 huelgas (17 de ellas, en Bizkaia), que elevaban a 60 las contabilizadas en el bimestre, con algo más de 3.100 participantes, y 14.625 jornadas no trabajadas. Así, hasta febrero las huelgas habían aumentado en un 20% con respecto a un año atrás, pero el número de personas participantes había caído en un 57% y el de las jornadas no trabajadas, en un 60%.