Confebask propone 15 medidas fiscales para reforzar la competitividad de Euskadi y acelerar su crecimiento económico

Confebask ya ha trasladado a las diferentes autoridades tributarias su propuesta fiscal: ‘No se trata de aportar menos, si no de aportar mejor’

De izquierda a derecha, Isabel Busto, presidenta de Adegi, Eduardo Aretxaga, director general de Confebask, Tamara Yagüe, presidenta de Confebask, Carolina Pérez Toledo, presidenta de Cebek y Juan Antonio Sánchez Corchero, presidenta de SEA Empresas Alavesas. Foto: Olga Ruiz para Confebask

 La Confederación Empresarial Vasca, Confebask ha celebrado esta martes su habitual Consejo General de verano durante el que su presidenta, Tamara Yagüe, ha hecho balance del año transcurrido desde que asumió el cargo, así como de las principales demandas y preocupaciones de las empresas vascas a corto y medio plazo.

Fiscalidad
En su discurso, Tamara Yagüe, ha asegurado que “tenemos que ser conscientes de que, desde la crisis financiera de 2008, el crecimiento de la economía vasca ha estado por debajo de la zona euro y del resto de CCAA más prósperas. Por eso, creemos que ha llegado el momento de volver a poner el Concierto Económico al servicio de la competitividad y del crecimiento del País”.
En ese sentido, la presidenta de Confebask ha revelado que “hemos elaborado y trasladado ya a las diferentes Autoridades Tributarias una propuesta fiscal con las aspiraciones empresariales de cara a una futura revisión que previsiblemente se abordará tras el verano”.
“Una propuesta -prosigue Tamara Yagüe- que persigue dos propósitos claros. Por un lado, contribuir desde la fiscalidad, y con las competencias que nos da el Concierto Económico, a reforzar la competitividad regional y acelerar el crecimiento económico de Euskadi. Y por otro, favorecer un desarrollo económico sostenible de Euskadi”.

Se trata de 15 medidas fiscales entras las que la presidenta de Confebask destaca:
    ● Reducir la tributación mínima en el Impuesto sobre Sociedades del 17% actual al 15 % vigente tanto en el resto del Estado como a nivel internacional; así como, eliminar el límite actual para deducir las pérdidas registradas, situado hoy en el 50% de la base imponible del Impuesto, con el fin de reforzar la competitividad empresarial.
    ● Suprimir el Impuesto de Patrimonio adaptándolo de esta forma a la realidad fiscal existente en la UE y en otras CCAA del Estado, para fortalecer el arraigo y la atracción de inversiones empresariales y personales en Euskadi.
    ● Deflactar los tramos de renta en la cuantía real de la inflación y ajustar los tipos marginales de renta a los existentes en otras economías europeas y CCAA, con el fin de ayudar a fidelizar y atraer talento a Euskadi.
    ● Permitir la monetización de las pérdidas obtenidas en las Start Up, de igual modo a como se permite en la deducción por I+D, para aumentar el emprendimiento y la creación de empresas en Euskadi.
    ●  Mejorar el atractivo del incentivo fiscal a la innovación, elevando el porcentaje de la deducción, actualmente del 15%, permitiendo su monetización y flexibilizando su aplicación.
    ● En materia de empleo, proponemos crear una nueva deducción para incentivar el empleo de calidad y también incentivar fiscalmente las aportaciones a las EPSVs individuales y de empleo.
    ● Incentivar fiscalmente la transición energética y climática, creando una nueva deducción ligada a la descarbonización.

Absentismo laboral
Otra de las reivindicaciones de la empresa vasca pasa por analizar las causas del alto índice de absentismo laboral que se registra en Euskadi, muy por encima de las economías de su entorno.
“Un problema – asegura Tamara Yagüe- que lastra nuestra competitividad y al que, entre todos, debemos buscar una solución, porque es una preocupación ampliamente extendida que nos afecta gravemente a todos: no sólo a las empresas, también a las instituciones, a la salud de las personas, a la atención sanitaria, a los organismos públicos y a los agentes sociales en general”.
En ese sentido, Confebask está preparando un acto público monográfico sobre este tema con el que pretende aportar un primer diagnóstico desde una perspectiva lo más amplia posible sobre este asunto.

Talento y escasez de personas
En cuanto al reto demográfico y la falta de personas, la presidenta de Confebask recuerda que “necesitamos una estrategia de país en torno al talento, una respuesta conjunta de instituciones y empresas al reto demográfico que tiene Euskadi. Confiamos en que sea una tarea prioritaria para el nuevo Gobierno y que se aborde desde un liderazgo y visión al más alto nivel. Es en ese contexto donde se enmarca el proyecto piloto que hemos diseñado junto al Gobierno Vasco para atraer profesionales de México y Colombia”
“De lo que se trata – prosigue Tamara Yagüe- es de empezar a aprender a competir en la atracción de talento y también a identificar las dificultades con las que nos vamos a encontrar para poder contar con personas extranjeras en lo relativo a tramitación, alojamiento, acogida…”
“Una de esas dificultades es el acceso a la vivienda, por lo que es necesario impulsar una política que contribuya al aumento de la oferta y a la moderación de los precios, no solo para atender las demandas locales, sino también para una dar respuesta de país al reto al que nos enfrentamos”.

Conflictividad laboral
Respecto a la conflictividad laboral en Euskadi, Tamara Yagüe ha querido destacar “su negativa contribución a la atracción de inversiones y a la competitividad empresarial y regional de Euskadi”.
“La conflictividad laboral en Euskadi, comparada con la del Estado, es estructuralmente elevada y, además, desde 2019, ha crecido significativamente a pesar de registrarse en Euskadi unas condiciones laborales sustancialmente mejores que en el Estado, tanto en estabilidad de los empleos, como en los salarios abonados y las jornadas trabajadas”.
“Pretendemos concienciar a la ciudadanía y a las personas trabajadoras sobre los perjuicios de una elevada conflictividad para el progreso económico y la convivencia, así como de los beneficios que, por el contrario, ofrecen el dialogo y acuerdo”.

Coyuntura
En cuanto a la coyuntura a corto y medio plazo, la presidenta de Confebask afirma que “prevemos un crecimiento económico entorno al 2%, con más de un millón de cotizantes y con la creación de unos 16.000 nuevos puestos de trabajo-, de tal forma que la tasa de paro pueda quedar al final de año en torno al 7%”.
“Todo esto gracias en buena medida a la pujanza del sector servicios, y especialmente del turismo que, también en Euskadi, tira de la actividad y del empleo. La construcción mantiene un tono plano, lo mismo que la industria, que sigue acusando lo que está ocurriendo en Europa, especialmente en Alemania, en donde el frenazo es más acusado. Las perspectivas son, en todo caso, que la situación vaya mejorando a medida que pasen los meses”.

Otros retos empresariales
Tamara Yagüe también ha destacado varios retos adicionales que “deberemos atender particularmente las empresas vascas. Por un lado, mantener el compromiso con la inversión. Desde 2019 las inversiones empresariales en bienes de equipo han aumentado un 7%, cuando el PIB en Euskadi lo ha hecho en un 3%. Se trata de un claro ejemplo del compromiso de la empresa vasca por mantener y reforzar su competitividad”.  
“Por otro lado, - continúa la presidenta de Confebask- será necesario por nuestra parte continuar con la implantación de una nueva cultura empresarial que facilite las transiciones en marcha, y dentro de la cual, la igualdad de género se erige, sin duda, como una herramienta fundamental, al configurarse como un factor de crecimiento, productividad y cohesión”.

Dos últimos mensajes
Por último, Tamara Yagüe ha querido terminar su intervención reforzando dos mensajes. De una parte, mantener e intensificar “la decidida apuesta que hacemos en Euskadi empresas e instituciones por la colaboración público-privada, y que ya hemos trasladado al Gobierno Vasco. Evidentemente, ya saben que mantenemos nuestro compromiso con el país y con el desarrollo y bienestar del conjunto de la sociedad vasca”.
Y de otro lado, la necesidad de poner en valor la relevante aportación de la empresa y el empresariado vasco. “La ciudadanía vasca debe ser consciente de la contribución de la iniciativa privada y de la empresa a nuestro bienestar mediante un ‘dividendo social’ en forma de inversiones, que favorecen nuestro progreso colectivo. Esto hace que la empresa, sea el principal contribuyente al estado del bienestar vía beneficios, impuestos, creación de puestos de trabajo y salarios”. 

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