CaixaBank ha logrado un beneficio neto de 4.397 millones de euros entre enero y septiembre, tras crecer un 3,5%, en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior (4.248 millones). Una evolución positiva que se debe al comportamiento de su negocio, impulsado por una intensa actividad comercial en un entorno de contención de los tipos de interés. 
Como consecuencia de ello, la entidad ha registrado una evolución al alza tanto en recursos como en crédito. Así, el volumen de negocio (1,09 billones de euros) mantiene su tendencia al alza y crece un 6,8% en tasa interanual, mientras la nueva producción de crédito, con 61.255 millones de euros, se eleva un 20%, con alzas en todos los segmentos, con un incremento del 39% en hipotecas, del 16% en empresas y del 12% en consumo. En cuanto a su nómina de clientes, CaixaBank presta servicio a 20,6 millones de usuarios en España y Portugal.
Con estos resultados bajo el brazo, el consejo de administración del grupo bancario catalán ha aprobado la distribución de un dividendo entre sus accionistas por un importe de 1.181 millones de euros (16,79 céntimos brutos por acción), que se ingresará en noviembre, así como un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 500 millones.