CaixaBank ha obtenido en 2019 un beneficio de 1.705 millones de euros, un 14,1% menos en comparación con el año anterior. Si se excluye el acuerdo laboral alcanzado en el segundo trimestre del año, que supuso un gasto bruto de 978 millones de euros, el grupo ha aumentado su resultado un 20,4% respecto al ejercicio anterior, hasta los 2.390 millones de euros.
La entidad destaca la consolidación del crecimiento durante los últimos seis meses del año de los ingresos core, que en el total del ejercicio han alcanzado los 8.316 millones, un 1,2% más respecto a 2018. Además, CaixaBank ha reducido su ratio de morosidad al 3,6% (-108 puntos básicos en el año), su nivel más bajo.

Por su parte, el volumen de negocio (créditos más recursos) ha crecido un 4,7%, hasta los 611.692 millones de euros. La intensa actividad comercial en la entidad también se demuestra en el crecimiento del ahorro a largo plazo, con una cuota de mercado del 22,5%.
Además, CaixaBank ha registrado una mejora generalizada en cuotas de mercado en los principales productos y servicios, como ahorro a largo plazo, nóminas o financiación a empresas, entre otros. La ratio de capital CET1 alcanza el 12%, lo que demuestra la solvencia de la entidad, en línea con el Plan Estratégico 2019-2021, que identificaba como principales motores de crecimiento el ahorro a largo plazo, la financiación al consumo y a empresas y los seguros, entre otros. Precisamente, CaixaBank subraya que evoluciona más rápido de lo previsto en su transformación “con la máxima orientación al cliente” y la apertura de nuevas oficinas Store (tiene previsto tener más de 600 en junio de 2020).