La movilidad inteligente es uno de los principales retos de esta década, en un contexto de creciente concienciación por una industria más sostenible y que avanza hacia una descarbonización del transporte por carretera. En este escenario, la Diputación Foral de Bizkaia y Tecnalia desarrollan el Bizkaia Connected Corridor (BCC), un proyecto que busca digitalizar un tramo de autopista para facilitar la recogida de datos y el testeo de equipos y aplicaciones innovadoras, con el objetivo de mejorar la gestión del tráfico en el territorio. El BCC se puso en marcha en enero de 2021, y actualmente se está trabajando en la instalación de balizas y de los sensores. Se prevé que esté totalmente operativo a finales del año 2024.
¿Cómo se va a desarrollar el Bizkaia Connected Corridor?
Este proyecto estratégico tendrá dos iniciativas principales. Por un lado, la de la movilidad conectada, donde se va a implantar un corredor cooperativo en un tramo de 57 kilómetros de la autopista A-8/AP-8, entre Ermua y Ugaldebieta, que hemos sensorizado y digitalizado para permitir el envío de mensajes de aviso de incidencias en la carretera a los vehículos de la vía. Por otro, la iniciativa de las infraestructuras inteligentes, donde se van a sensorizar, mediante tecnología IoT (internet de las cosas), cuatro elementos civiles para dotar de información sobre el estado de esas infraestructuras a un ‘datahub’ (centro de operación de datos), y esos datos serán empleados en diferentes iniciativas del ámbito de la innovación.

¿Qué se conseguirá con ello?
Todo esto permitirá a empresas del sector probar diferentes tecnologías relacionadas con la movilidad conectada y autónoma, así como con las infraestructuras inteligentes. En este corredor hay diferentes infraestructuras disponibles como túneles, viaductos o taludes, que podrán servir como laboratorio para probar proyectos de I+D aplicados a la movilidad en carretera y a las infraestructuras viarias. Una vez testeadas, estas tecnologías podrán ser integradas en la gestión operativa de las carreteras de la Diputación para ofrecer un mejor servicio a los usuarios.

¿En qué consistirá esta autopista inteligente?
En el ámbito de la movilidad conectada, vamos a desplegar 25 balizas de comunicaciones con tecnología dual ITS G5 y 5G, localizadas estratégicamente. Estas balizas se comunicarán con vehículos que dispongan de tecnología cooperativa, para emitir y recibir mensajes sobre incidencias en carretera, que permitan a los usuarios de la vía anticiparse así a esas incidencias. Los mensajes serán coordinados por los diversos centros de control que gestiona la Diputación de Bizkaia. En el ámbito de las infraestructuras inteligentes, vamos a sensorizar un tramo de túnel, un viaducto, un talud y un tramo de unos 200 m de carretera. Los sensores se comunicarán con la nube mediante tecnología IoT que facilita la instalación y reduce cableado. Paralelamente a este despliegue de sensores, se desarrollará una plataforma web de visualización y gestión, en la cual se podrán visualizar, de manera integrada, los modelos BIM 3D de esas cuatro infraestructuras y los datos de los sensores en tiempo real.

¿Cuál será el soporte de este despliegue tecnológico?
Todo reposará sobre una estructura digital, denominada Datalake, que será desarrollada por Tecnalia con tecnología Big Data, y será la puerta de acceso a todos los datos que se generen en Bizkaia Connected Corridor. A esos datos podrán acceder las diferentes empresas y entidades de investigación, con sus iniciativas de proyectos de desarrollo tecnológico, que quieran emplear el BCC como laboratorio de pruebas de sus tecnologías.
¿Qué mejoras aportará el BCC?
Este proyecto resultará beneficioso a varios niveles. Para la Diputación, porque el desarrollo de este tramo de autopista inteligente busca mejorar la gestión del tráfico rodado en Bizkaia, facilitando los procesos de toma de decisiones. Además, la Diputación ofrece un vector de innovación al tejido tecnoindustrial vizcaíno y vasco. Para las empresas, porque pone a su disposición un laboratorio en un entorno real donde realizar sus pruebas y testeos para desarrollar nuevas tecnologías dirigidas al sector de la movilidad y las infraestructuras. Y para los usuarios, porque podrán también beneficiarse de estos avances, ya que el proyecto prevé que se comparta la información de tráfico con los conductores de la autopista, de forma que obtengan la información sobre el estado del tráfico en tiempo real y puedan, por lo tanto, tomar decisiones respecto a la ruta a tomar.