Bilbao acoge, por cuarta vez, la Red Bull Diving Word Series
Es la primera ocasión que se celebra una prueba femenina en la Villa
- Estrategia Empresarial
- 11-Octubre-2019
Los clavadistas subieron a 27 metros para saltar con perfección acrobática, a 85 km/hora.
La parada en Bilbao de Red Bull Cliff Diving Word Series es un acontecimiento único, que sitúa a la capital vizcaína en el foco internacional entre los millones de seguidores de este gran evento deportivo. Y es que la prueba que reunió el pasado 14 de septiembre a las 10 clavadistas mujeres (por primera vez en la ciudad) y 15 hombres, fue difundida entre los 180 gabinetes de prensa con los que cuenta Red Bull en todo el mundo, se pudo ver en 160 países, y fue seguida por más de 60 medios locales, estatales e internacionales. Esta ha sido la cuarta ocasión en que este evento deportivo se celebra en Bilbao.
La australiana Iffland y el británico Hunt son los dos campeones de las series mundiales que se alzaron con el título, que recibieron de manos del alcalde, Juan Mari Aburto. La australiana Iffland, cuatro veces campeona del mundo después de batir otro récord sobre el puente antiguo de Mostar, quiso cerrar una temporada perfecta para ella con victorias en todas las paradas de la temporada. Hunt, por su parte, quitarse la espina clavada que arrastraba con el puente de La Salve, donde no había ganado en sus dos visitas anteriores.
Uno de los momentos más emotivos fue la despedida de Orlando Duque, la enorme estrella colombiana y una de las grandes leyendas de los clavados, con trece títulos mundiales y dos récords Guiness.
Los mejores clavadistas
Aunque los títulos ya se decidieron en la parada anterior celebrada en agosto en Mostar (Bosnia-Herzegovina), había mucha presión porque se garantizaban una plaza en la competición del año que viene.
Las 10 clavadistas mujeres y los 15 hombres subieron a una la plataforma situada en el Puente de La Salve, junto al museo Guggenheim, a 21 metros y 27 metros respectivamente, para saltar con perfección acrobática a 85 km/hora, durante los tres segundos que les separan del agua (un salto de 27 m de altura equivale aproximadamente a la altura de un edificio de ocho plantas.). Y durante el tiempo que permanecieron en el aire realizaron varias acrobacias que destacaron por el control del movimiento, la técnica y la belleza.
En esta edición, la novedad más aclamada fue la inclusión de la categoría femenina en todas las citas de las series mundiales.
Bilbao fue la última parada de la competición de este año. En 2018 asistieron al evento más de 25.000 personas que lo vivieron a ambos márgenes de la ría y en sus propias embarcaciones apreciando la belleza de los saltos y las caídas. Y es que desde los días previos el ambiente de la ciudad fue espectacular.
La australiana Iffland y el británico Hunt son los dos campeones de las series mundiales que se alzaron con el título, que recibieron de manos del alcalde, Juan Mari Aburto. La australiana Iffland, cuatro veces campeona del mundo después de batir otro récord sobre el puente antiguo de Mostar, quiso cerrar una temporada perfecta para ella con victorias en todas las paradas de la temporada. Hunt, por su parte, quitarse la espina clavada que arrastraba con el puente de La Salve, donde no había ganado en sus dos visitas anteriores.
Uno de los momentos más emotivos fue la despedida de Orlando Duque, la enorme estrella colombiana y una de las grandes leyendas de los clavados, con trece títulos mundiales y dos récords Guiness.
Los mejores clavadistas
Aunque los títulos ya se decidieron en la parada anterior celebrada en agosto en Mostar (Bosnia-Herzegovina), había mucha presión porque se garantizaban una plaza en la competición del año que viene.
Las 10 clavadistas mujeres y los 15 hombres subieron a una la plataforma situada en el Puente de La Salve, junto al museo Guggenheim, a 21 metros y 27 metros respectivamente, para saltar con perfección acrobática a 85 km/hora, durante los tres segundos que les separan del agua (un salto de 27 m de altura equivale aproximadamente a la altura de un edificio de ocho plantas.). Y durante el tiempo que permanecieron en el aire realizaron varias acrobacias que destacaron por el control del movimiento, la técnica y la belleza.
En esta edición, la novedad más aclamada fue la inclusión de la categoría femenina en todas las citas de las series mundiales.
Bilbao fue la última parada de la competición de este año. En 2018 asistieron al evento más de 25.000 personas que lo vivieron a ambos márgenes de la ría y en sus propias embarcaciones apreciando la belleza de los saltos y las caídas. Y es que desde los días previos el ambiente de la ciudad fue espectacular.