El BBVA distribuirá entre el 35% y el 40% de su beneficio recurrente integramente en efectivo, en una política de dividendos que la entidad implementará de forma progresiva, en función de las condiciones regulatorias del mercado. Así lo anunció su presidente, Francisco González, ante la Junta General de Accionistas reunida en Bilbao el pasado 13 de marzo. De momento, el banco realizará este año cuatro pagos, de los cuales dos serán en efectivo y los otros dos bajo la modalidad de Dividendo por Acción.
El presidente del BBVA pasó revista a los principales hitos de un ejercicio cuyos resultados calificó de “muy buenos”, asegurando que serán aún mejores en 2015, constatando que “entramos definitivamente en una etapa de crecimiento”. Para refrendar estas previsiones, González destacó la compra de Catalunya Banc, operación que se estima se cerrará a comienzos del segundo trimestre de este año y que convertirá a la entidad “en el jugador más importante en España”.
No obstante, González dedicó gran parte de su discurso ante los accionistas a la “revolución digital” que se está viviendo en el sector bancario, uno de los grandes desafíos al que el BBVA lleva dando respuesta desde hace ocho años con una decidida apuesta tecnológica gracias a la cual va camino de convertirse en el mejor banco digital del siglo XXI. “El objetivo –afirmó– es que BBVA se vaya convirtiendo en una empresa totalmente digital, con todos sus productos y servicios digitalizados y con más de 100.000 empleados trabajando en modo digital”.

González apuntó que en dos años la transformación digital estará “muy avanzada”, que el proceso es una “meta móvil” que se desplaza a medida que la entidad avanza, adaptándose a los cambios y retos, indicando que los “verdaderos” competidores serán las empresas digitales, porque la mayoría de los bancos han empezado “la casa por el tejado”, con unos portales muy vistosos que con el tiempo terminarán por “colapsar”.
El consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, afirmó por su parte que la entidad ha vuelto a demostrar fortaleza en todos los negocios y geografías, destacando el excelente comportamiento de los ingresos así como la contención de los costes.