El lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado de la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, ha inaugurado la Central hidroeléctrica de Antoñ?ana, puesta en marcha por la compañía Barbo Energías Renovables, perteneciente al Grupo Amesa Thechnologies.
La nueva central de Antoñ?ana, en el municipio alavés de Campezo, generará alrededor de 2.000.000 Kwh/año, lo que equivale a suministrar la energía eléctrica suficiente para abastecer a todos los municipios de la Montaña Alavesa. Esta central fue, en su creación, pionera en la electrificación alavesa.
La central mantiene en perfecto estado las infraestructuras hidráulicas originales del año 1905, habiéndose realizado solo tareas de mantenimiento y reparaciones. Consta de dos tomas situadas en los ríos Izki y Korres unidas por canales a la cámara de carga, desde donde baja una tubería de 950 mm de diámetro y un desnivel de 76 metros hasta el edificio de la central. Originalmente existían dos pequeñ?as turbinas de 220 kW cada una, que con actualizaciones de los generadores y cuadros de control habían llegado casi hasta nuestros días.

Recuperada
Al adquirir Barbo Renovables la central en 2011, los grupos turbina generador y los cuadros eléctricos eran imposibles de recuperar debido a los robos y al vandalismo sufrido en las instalaciones. Esta compañía ha realizado la rehabilitación de la central, sustituyendo los dos antiguos grupos por un único grupo de 887 kW aprovechando los mejores rendimientos de los equipos actuales y eliminando la tensión intermedia de 3.000 voltios. Además, ha construido nuevos armarios de control, celdas eléctricas y el centro de transformación. El funcionamiento de la central es autónomo, adaptándose a las diferentes circunstancias de caudal de los ríos de forma automática. La supervisión se realiza en el centro de control remoto de Barbo Renovables, existiendo una vigilancia y mantenimiento local diario. El importe de la renovación ha sido de 772.000 euros, de los que 172.000 se han financiado con una subvención del EVE.
Aunque las modernas centrales no precisan casi mano de obra directa sí que tienen un impacto dinamizador en la zona. Además de la vigilancia y mantenimiento subcontratados a empresas locales, durante el funcionamiento se generan reparaciones que se realizan con las compañías metalúrgicas locales y las pequeñ?as empresas constructoras cercanas a la central.