Bajo el título ‘Mirada económica al presente y futuro de Euskadi’, el consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, analizó el momento económico del País Vasco, en el marco de un encuentro de Deusto Business Alumni.

La ‘Gran Recesión’ sufrida en 2008 generó o agudizó los desequilibrios que el crecimiento económico inducía sobre el capital social, el humano, el natural y el físico. Sin embargo, aunque los niveles de PIB se recuperaron en 2016, “los desequilibrios relacionados con esos cuatro capitales no se han atenuado lo que refuerza la necesidad y prioridad por avanzar en un crecimiento inclusivo que vaya más allá del mero crecimiento del PIB”.
Así se expresó el consejero de Hacienda y Economía del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, en la conferencia que dio en un encuentro organizado por Deusto Business Alumni con la colaboración de PwC. Acompañado en la mesa por Agustín Garmendia, presidente de Deusto Business Alumni; Asier Atutxa, socio de PwC, y Álvaro de la Rica, decano de Deusto Business School, Azpiazu expuso una serie de reflexiones y datos para analizar el momento económico en Euskadi, el proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Euskadi para 2020 y las políticas públicas, la política financiera del Ejecutivo autónomo y los retos de futuro económicos y sociales.

Azpiazu subrayó que “es necesario actuar con decisión desde el momento actual para reforzar el capital social, el capital humano, el capital natural y el capital físico y financiero de Euskadi. Dicho refuerzo, junto con las grandes transformaciones globales que precisan de respuestas locales porque también nos incumben, han configurado las cuatro grandes prioridades a las que los presupuestos 2020 pretenden aportar respuestas desde el momento presente”.
En su intervención y en el coloquio posterior, el consejero habló de diversos temas, como la conflictividad laboral, la desaceleración de la economía, la OPA sobre las bolsas españolas, el nuevo fondo Finkatuz, etc.
Para finalizar, Azpiazu confirmó que la evaluación de políticas y la reasignación de los recursos, así como la colaboración entre instituciones (Gobierno, diputaciones y ayuntamientos) y con los agentes económicos y sociales, “será imprescindible para hacer mejor las cosas. No podemos demorarnos más. Tenemos que ponernos manos a la obra ya”.