Avramar, Grupo Calvo, Campomayor, Harivenasa y Kaiku, pioneros en sostenibilidad, buscan reducir su impacto ambiental a través del testeo del etiquetado ambiental Enviroscore

Empresas referentes en la industria alimentaria lideran la transición sostenible a través del desarrollo de proyectos de cálculo del impacto ambiental de los productos a través del sistema desarrollado por el centro tecnológico Azti y KU Leuven que permite mejorar el conocimiento y la transparencia sobre el grado de sostenibilidad de los productos

La ciencia avala el novedoso algoritmo Enviroscore, creado para medir el impacto ambiental relativo de los alimentos y las bebidas en el punto de venta, tal y como publicó la prestigiosa revista científica Nature en noviembre de 2022. Foto: Azti

Conseguir un sistema alimentario más sostenible, saludable y de confianza de cara al consumidor es uno de los principales retos de las empresas y administraciones europeas para garantizar los compromisos marcados por el Pacto Verde y la Agenda 2030. Para ayudar a conseguir estos objetivos, es indispensable tanto la innovación tecnológica como la colaboración e implicación de la industria alimentaria. 
En este contexto, las empresas alimentarias españolas han comenzado a apostar por la medición del impacto ambiental de sus productos, así como por la exploración de implantar el nuevo etiquetado ambiental europeo Enviroscore®. Este sistema de comunicación ambiental, diseñado y desarrollado por el centro tecnológico Azti y KU Leuven, está basado en una metodología estandarizada y aceptada internacionalmente, que permite analizar y comunicar el impacto ambiental de los alimentos de una forma sencilla, fiable y fácilmente visualizable en el punto de venta. 
Algunas de las principales compañías españolas en sumarse a este camino hacia la reducción del impacto ambiental de los productos han sido la empresa láctea Kaiku, la acuícola Avramar España, la conservera grupo Calvo, la fabricante y comercializadora de avena Harivenasa y la productora y comercializadora de huevos Campomayor. Todas ellas tienen en común dos aspectos: una estrategia empresarial que prima la sostenibilidad y que han visto en esta etiqueta, y la metodología que la acompaña, una opción que les permite conocer y mejorar el grado de sostenibilidad de su producción (si así se observara), así como un ejercicio de transparencia hacia sus clientes y consumidores. 
“Enviroscore busca dar respuesta a una demanda y una preocupación cada vez mayor, tanto de empresas y administraciones como de la ciudadanía en general, por que se produzcan y consuman alimentos y bebidas que hayan sido elaborados siguiendo unos procesos más sostenibles y responsables”, destaca Rogelio Pozo, director general de Azti.

Robustez científica en el método
El cálculo de Enviroscore está basado en la Huella Ambiental de producto o Product Environmental Foodprint (HAP o PEF), una metodología aceptada, estandarizada y recomendada por la Comisión Europea. Calcula en una única puntuación final los impactos ambientales generados a lo largo de todas las etapas de producción y consumo de un kilogramo de producto envasado, entre los que se incluyen, entre otros, el potencial de cambio climático, el agotamiento de la capa de ozono, la contaminación de las aguas o el agotamiento de recursos fósiles.
A partir del análisis de esos indicadores y del uso de un algoritmo de Inteligencia Artificial, se convierte la puntuación agregada en un sistema de comunicación sencillo, visual e intuitivo de 5 escalas ( A | B | C | D | E ), que integra todos los aspectos relacionados con la forma de producir, procesar, envasar, distribuir, consumir y gestionar los residuos de ese producto.
La visión global del impacto ambiental de los productos y del etiquetado Enviroscore correspondiente, permite a las empresas diseñar estrategias de reducción de impacto y tomar decisiones teniendo en cuenta los costes ambientales y económicos de las mismas. 
La iniciativa ha contado con el apoyo de múltiples empresas y la financiación del Gobierno Vasco y de la propia Unión Europea a través del organismo europeo de innovación alimentaria EIT Food. 
El sistema Enviroscore a partir del PEF se ha validado en más de 20 categorías de productos en las que se ha trabajado simulación de escenarios, ecodiseño y planes de reducción de impacto. 
En este sentido, y tal y como respalda la revista Nature, el análisis del ciclo de vida que permite el cálculo del Enviroscore se presenta como una metodología sólida para evaluar el impacto ambiental global de un determinado producto o servicio y para identificar la posible reducción ambiental debida a la aplicación de diferentes estrategias de mejora ambiental en la gestión de la cadena de suministro.

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