Prudencia y negociación hasta agotar todas las vías es la postura que recomienda el Gobierno vasco ante los anunciados aranceles de la Administración estadounidense sobre determinados productos, algunos de los cuales tocan de lleno a la exportación vasca. Nada más conocerse las medidas anunciadas por Trump, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, acudía a la reunión convocada en Madrid por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria reiterando la necesidad de que Europa se muestre sólida y que proponga acciones conjuntas y coordinadas para llegar a una acuerdo con EE.UU.
Con un impacto económico cifrado en 7,6 millones de euros para el sector agroalimentario vasco, el 1% del total en el Estado, Tapia anunció además que el Gobierno vasco pondrá en marcha la red de regiones en materia de agricultura, REGAL para que éstas puedan ser agentes activos en la toma de decisiones.
Tras la reunión mantenida tres días después por Tapia con representantes del sector vitivinícola de Euskadi, el Gobierno vasco anunciaba al sector que ha acelerado el ritmo para la puesta en marcha de Ardoa Basque Wine Office, la oficina de apoyo para la excelencia del sector vitivinícola de Euskadi, cuya labor será reforzar la estrategia que las bodegas de Rioja Alavesa y las tres denominaciones de txakoli están llevando a cabo tanto en el mercado estatal como en el internacional.
En cuanto al sector aeronáutico y espacial, el otro gran afectado por la amenaza arancelaria, representantes del Clúster de Aeronáutica y Espacio del País vasco-Hegan, de Aernnova y de ITP se reunieron asimismo con Arantxa Tapia para trasladarle su “preocupación” a la espera de las consecuencias que los aranceles puedan tener sobre los proveedores de componentes.