La industria vasca de automoción afronta una nuevo ejercicio de crecimiento, tras incrementar su facturación un 11,7% en 2017, hasta los 18.390 millones de euros, con tres grandes retos de futuro: el aligeramiento de materiales, la conectvidad y la electromovilidad.

Conseguir vehículos cada vez más eficientes, aligerando los materiales de sus piezas, dar respuesta a los desafíos de la electromovilidad y conseguir automóviles conectados son los tres grandes retos que actualmente afronta el sector de la automoción a nivel global. Sin perder de vista el posible nubarrón de los motores diésel.
En este contexto, la industria vasca de componentes se encuentra bien posicionada, con un ecosistema completo, desde centros formativos y tecnológicos, hasta constructores, como Mercedes-Benz Vitoria. Con empresas y organismos agrupados en torno al clúster Acicae, que cada vez aportan productos de mayor valor añadido. Y con referentes en los nuevos campos de la electromovilidad y los dispositivos que harán de un coche otro elemento inteligente.
El sector vasco de automoción, estratégico para la industria y la economía vasca, sigue creciendo a buen ritmo, superando las previsiones. Alcanzó en 2017 los 18.390 millones de euros de facturación en 2017, un 11,7% más que en el ejercicio anterior.

Estos resultados también tuvieron repercusión en el empleo, con un significativo aumento de 2.840 personas, un 7,4%% más, hasta superar las 40.800 personas en Euskadi. A eso hay que sumarle más de 45.000 personas que trabajan fuera del País Vasco para las más de 300 empresas que componen el clúster de automoción, que este año celebra su 25 aniversario.
El presidente de Acicae, José Esmoris, señaló en la presentación de los resultados que “la industria vasca ha sabido diversificar en los últimos años su cartera de clientes, productos y mercados, lo que está haciendo que pueda aprovechar este momento de crecimiento económico general”.
Un sector, por último, que está afrontando la transformación de su propio modelo de negocio hacia los preceptos de la industria 4.0. Un desafío que implica, entre otros aspectos, incrementar el uso de las nuevas tecnologías en la producción.