La Diputación Foral de Álava va a destinar en los próximos tres años más de 34 millones de euros a mantener y conservar las carreteras alavesas. El monto anual para mantener los 1.400 kilómetros de la Red Foral de Carreteras ascenderá así a partir del próximo año a 11,5 millones de euros, un 30% más que los recursos destinados de acuerdo a los contratos todavía vigentes.
Este incremento tiene su origen en el aumento de necesidades debido a la reciente asunción de la competencia sobre nuevas vías como el tramo alavés de la AP-1, al desdoblamiento de vías de tránsito elevado de vehículos como la N-124 y la mejora de carreteras como la 
A-625 entre Amurrio y Orduña o la N-240 en el entorno de Legutio, y en la subida de costes.
Los contratos que la Diputación ha sacado a licitación incluyen, entre otras tareas, la vigilancia del estado de las carreteras; la limpieza y mantenimiento de calzada y arcenes; la vialidad invernal, apoyando los medios propios de la institución foral; la reposición y reparación de señales, balizamiento y elementos de seguridad, y la renovación y reparación de firmes.
Por otro lado, la Diputación invertirá 595.000 euros para mejorar la seguridad en las carreteras del territorio, reforzando la   señalización y los elementos de   moderación de velocidad en travesías, vías frecuentadas por ciclistas y tramos de concentración de accidentes.

También destinará casi 600.000 euros a mejorar la seguridadn

Asimismo, la institución foral ha licitado el nuevo contrato gestión, mantenimiento y explotación del Centro de Control de Carreteras de la Diputación de Álava para el trienio 2023-2026 por un importe de 2,6 millones de euros.
Esta instalación centraliza toda la información sobre el estado de la red viaria y asume,  entre otras funciones, la planificación y ejecución de los dispositivos de vialidad invernal, la gestión de las obras y la respuesta ante situaciones de emergencias, e informa a la ciudadanía sobre el estado de las carreteras y diversos trámites administrativos.