Achúcarro y la UPV investigan sobre el envejecimiento neuronal

Un estudio internacional liderado por investigadores Ikerbasque del centro Achucarro y la UPV/EHU demuestra que la microglía actúa como sensor de muerte de células recién nacidas contribuyendo al equilibrio entre vida y muerte.
La muerte neuronal, que generalmente se asocia al envejecimiento del cerebro y las enfermedades neurodegenerativas, también afecta a las neuronas jóvenes. Las neuronas recién nacidas mueren de manera frecuente durante el desarrollo del cerebro de manera programada, controlada mediante un mecanismo de suicidio celular llamado ‘apoptosis’. Para evitar convertirse en un cementerio, el cerebro tiene un mecanismo muy eficaz de eliminación de cadáveres: las células de microglía, que son las encargadas de ‘comerse’ las células muertas mediante el proceso de fagocitosis.
Sin embargo, la fagocitosis no es simplemente la retirada pasiva de residuos para evitar el daño de las neuronas circundantes, como demuestra un estudio internacional liderado por Jorge Valero y Amanda Sierra, del centro vasco de neurociencias Achúcarro, la fundación Ikerbasque y la Universidad del País Vasco UPV/EHU. Por el contrario, la fagocitosis de neuronas muertas es un proceso activo que repercute directamente en la salud y la función de las neuronas supervivientes. Los investigadores proponen que la microglía actúa como un sensor de muerte.
Estos estudios tienen importantes implicaciones para la comprensión de cómo se defiende el cerebro ante la muerte neuronal en el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson, el infarto cerebral o al epilepsia.

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