A quienes nos gusta la montaña, acercarnos a ellas, preparar la salida, subirlas, gozar con tus compañeros de ese momento en que consigues llegar a la cima, bajar y descansar, no nos tienen que pedir un motivo para hacerlo. Es una forma de acercarnos a la naturaleza, es una afición, es un sentimiento de libertad que desde joven se inculca, es afrontar un desafío con uno mismo… son muchas sensaciones al mismo tiempo y todas juntas nos hacen sentir bien. Otra cosa son los alpinistas y escaladores vascos que dan el salto a las grandes cordilleras y picos del mundo, que han querido y sabido evolucionar; que, sin perder la filosofía inicial, han a