Iniciamos un nuevo curso con energía y con la energía como una de las principales preocupaciones económicas, con permiso de la inflación. Un elemento clave para empresas, industrias y hogares que va a condicionar nuestro futuro cercano y, quien sabe, si también a más largo plazo. Sin caer en el catastrofismo de quien augura un invierno sin calefacción ni luz, Europa y nuestras instituciones nos advierten de la necesidad de concretar un ahorro importante en el consumo energético. No importa que, como en el caso vasco, tengamos una situación algo más ventajosa. Todos en el continente nos tenemos que preparar y ser solidarios. La incertidumbre