Conocí al personaje antes que a la persona. Y el personaje me mereció admiración. José Ignacio había sido consejero en el primer gobierno de coalición PNV-PSE después de la restauración de la democracia. Me consta que entre sus compañeros de aquel Gobierno, algunos amigos míos, dejó una huella indeleble de buen político y buena persona. Había liderado la puesta en marcha de la RGI. Todo un logro. Era, además, hermano de mi amigo Tomás y, quizá inconscientemente, apliqué una especie de transitiva familiar (“los hermanos de mis amigos son mis amigos”) que me ha funcionado, a lo largo de los años, con todos los miembros de esa familia que he c