Probablemente todos creímos que los sistemas CRM serían herramientas clave en la estrategia comercial de las organizaciones al generalizarse el concepto allá por el año 2000. Pero no ha sido así. ¿Por qué? No pienso en soluciones avanzadas, sino en CRMs de funcionalidad básica que gestionan la relación con el entorno (clientes, potenciales, proveedores…) en asuntos como planificación comercial, seguimiento de objetivos de venta, oportunidades, o herramientas de segmentación para un adecuado posicionamiento y lanzamiento de campañas. Tampoco hablo de altos objetivos como la implantación transversal del CRM en toda la organización, sino de un