La inserción de nuevas soluciones aumenta los recursos de una M-H que en Euskadi resulta esencial, pero cada ámbito vive su particular realidad en un contexto mundial desconcertante; la aeronáutica saca músculo, las energías renovables ganan peso, el ferrocarril sigue creciendo y la automoción se resiste a frenar. La máquina-herramienta está en el origen de la fabricación industrial. Sus principales sectores clientes, el aeroespacial, la energía, el ferrocarril y la automoción, están íntimamente ligados a la mejora en las prestaciones que sea capaz de ofrecer, o a su capacidad de producir y crear nuevas soluciones. La precisión, la velocida
Retener talento, apostar por la transformación digital y dar paso a la tecnología es el triple desafío al que se enfrenta un sector que vive pendiente de un contexto mundial conflictivo, en el que Alemania ya no es el emblema de la automoción, Estados Unidos se ha vuelto una amenaza, y China e India pugnan por el liderazgo industrial. La situación de la máquina-herramienta en Euskadi no se puede desprender del todo de un contexto que, a nivel global, está rodeado de incertidumbre. Las dificultades afectan a todos aquellos mercados vinculados, por una relación u otra, a la industria vasca. La automoción pierde fuelle en Alemania, allá donde

