Con un descenso de la tasa de desempleo hasta el 7% y tras haber superado la barrera del millón de cotizantes, podemos decir que Euskadi va bien, que la Economía resiste. Pero no es suficiente, no podemos caer en la autocomplacencia porque también es evidente que hemos perdido centralidad, hemos dejado escapar tejido industrial y también el control de importantes empresas.No hay política económica sin una verdadera política industrial. Aunque está aguantando, el sector muestra síntomas de agotamiento y, si queremos que Euskadi recupere la posición de liderazgo que tuvo en el pasado, debemos abordar sin demora reformas estructurales hasta cons