Desde hace años es cada vez mayor la preocupación de nuestros dirigentes (y de la sociedad española en su conjunto) acerca de la permanencia y mantenimiento de nuestro sistema de pensiones. El aumento del índice de envejecimiento y el descenso de la tasa de natalidad son los principales causantes de una pérdida de confianza total y absoluta en la permanencia del actual sistema de pensiones español. Una pérdida de confianza que está afectando a varias generaciones (a la generación Z, a los llamados ‘Milenials’ e incluso a la generación X –aquéllos nacidos entre finales de los 60 y 1980). Este pensamiento catastrofista no encuentra de moment