La sucesión es condición sine qua non para la continuidad de cualquier negocio, se trate o no de una empresa familiar. Sin embargo, es una de las principales causas que está tras las altas tasas de mortalidad de las mismas. En Euskadi, dos de cada tres empresas familiares no sobreviven a su segunda generación, y del 33% que sí lo hacen tan solo el 15% alcanza la supervivencia en la tercera generación. Pero ¿por qué no sobreviven? Son varios los factores que pueden contribuir a la desaparición de la empresa familiar, pero uno de los más importantes es la falta de un plan de sucesión. Hay que tener en cuenta que en la empresa familiar no so