Atrapados desde hace ya seis años en la durísima travesía por el desierto por la que transitan nuestras empresas y nuestra economía, se oyen cada vez más voces que hablan de corresponsabilidad y de que los trabajadores deben actuar con realismo y flexibilidad para que las empresas puedan mantener su actividad y, por lo tanto, sus empleos. Puede parecer que este es un mensaje impulsado únicamente por la gravedad de la situación del momento, pero los modelos avanzados de gestión, como el modelo EFQM, por ejemplo, nos hablan ya desde hace muchos años de la importancia de las personas en las organizaciones. La mayor aportación de valor por part