Europa es líder mundial en ciencia. Con sólo un 8% de la población mundial, produce aproximadamente el 60% del conocimiento global. Por tomar un ejemplo, la UE está por delante de Estados Unidos en materia de publicaciones científicas de impacto. Sin embargo, la inversión de las empresas en I+D+i en Europa es un tercio menor que la de Estados Unidos y es la mitad de la de Corea del Sur. Necesitamos sacar mejor partido a nuestras inversiones en ciencia. La ciencia y la innovación deben servir para asentar la recuperación de la economía. La I+D+i nutre el tejido económico: se calcula que el 60% del crecimiento económico procede de la innovac
Para garantizar nuestro papel en la escena mundial, como continente que lidera, que se nutre de excelencia, la respira y se basa en ella, tenemos que aprovechar cómo pueden la investigación, la ciencia y la innovación transformar nuestras vidas, cambiar el statu quo, despertarnos y revolucionarnos. Ha llegado el momento de liberar una nueva energía transformadora en Europa. La investigación, el desarrollo y la innovación afectan no solo al ámbito de las empresas multinacionales, de las instituciones académicas de élite o de los comisarios europeos y ministros: afectan a todos los aspectos de nuestras vidas. Desde la forma de calentar nuestr