Como recordaba el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, si en algún asunto ha sido consistente Donald Trump es en su amor por los aranceles (otro es su aversión a los inmigrantes). Durante su primer periodo presidencial, Donald Trump ya anunció que era “un hombre de aranceles” y, fiel a esta descripción, provocó disputas comerciales con la mayoría de los países del mundo. En el caso del País Vasco, muchas personas recordarán el arancel del 25% que impuso al hierro y al acero, y del 10% al aluminio, en junio de 2018. También los exportadores de vino, queso, aceite y aceitunas españoles se vieron afectados por un arancel adicional del 25% en o