Durante la última década he manifestado, con convicción, que la Euskadi de hoy no se puede entender sin tener en cuenta a la industria como motor de la economía vasca. De hecho, junto con los servicios avanzados, supone el 40% del PIB. Un PIB per cápita que se ha multiplicado por 12 desde 1980. La crisis nos ha golpeado con menos intensidad gracias a la fortaleza de una economía diversificada, respaldada por una industria que ha sabido renovarse y ver los cambios como oportunidades. Euskadi ha pasado de tener un 21,1% de paro en 1985 al 8% en 2022, pese a todas las crisis sobrevenidas. En 2012 nos encontrábamos afrontando una cuarta revolu