Repetimos una y otra vez que es imprescindible saber de dónde venimos para poder afrontar el futuro con garantías. Pero esta afirmación, en apariencia tan indiscutible, se ha truncado en varias ocasiones en los últimos años. La pandemia nos demostró que las fórmulas habituales no servían. Cuando al fin parecía que salíamos de la crisis sanitaria, nos vimos envueltos en las consecuencias de una guerra. La invasión de Rusia sobre Ucrania, nos ha vuelto a tensionar, y ha vuelto a generar una crisis que estamos tratando de superar. Situaciones que no conocíamos nos han obligado a buscar nuevas soluciones.Lo que se ha mantenido firme en estos años
Hace unas semanas los datos del Eustat reafirmaban que Euskadi supera la media de la Unión Europea en el ámbito de la innovación. El Regional Innovation Scoreboard publicado antes del verano no solo devolvía a Euskadi al grupo de las regiones de alta innovación, sino que la consideraba Polo de Excelencia, por ser una región de alta innovación en un país de innovación moderada. Estos resultados son muestra del constante compromiso que mantienen las instituciones y el tejido empresarial en la intensificación de la inversión en I+D+i y que refuerzan el convencimiento de que el camino emprendido es el adecuado. Las principales fortalezas de Eu