La compañía alavesa Vidrala, dedicada a la fabricación y venta de envases de vidrio para la industria alimentaria, solventó el complicado ejercicio de 2020 con una facturación de 988,4 millones de euros, ligeramente por debajo de la cifra lograda el año anterior. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 279,8 millones de euros, equivalente a un margen sobre las ventas del 28,3%. Por su parte, el beneficio obtenido en el ejercicio aumentó un 12% con respecto al año precedente, hasta 5,62 euros por acción. Además, Vidrala disminuyó su deuda un 30% durante el año, hasta situarse en 233,5 millones de euros al cierre, equivalente a 0,8 veces el Ebitda.
Su producción de envases de vidrio fue considerada como esencial para el mantenimiento de la logística de alimentación durante la pandemia, y sobre todo durante el confinamiento. Por ello, las ocho fábricas del grupo que preside Carlos Delclaux no tuvieron que parar y se mantuvieron activas durante todo el ejercicio pasado, al contrario de lo que ocurrió en otros sectores, como el de automoción.
Con cargo a ese resultado, Vidrala tiene intención de abonar en 2021 un dividendo de 1,20 euros por acción, un 5% más calculando que los accionistas han recibido nuevos títulos a cuenta de una ampliación de capital realizada en base a reservas.