La asociación empresarial de la siderurgia española, Unesid, celebró recientemente su Junta General, en la que su presidente, Bernardo Velázquez, envió un mensaje de optimismo, sustentado en la recuperación industrial, tras una pandemia que ha hecho caer la actividad de los sectores consumidores de acero.
Como resultado, la producción en España fue en 2020 de solo 11,1 millones de toneladas, con una caída del 18%, la peor evolución desde la crisis financiera de 2008. Así, Velázquez indicó que “hemos visto algunas de las producciones mensuales más bajas de la historia, situándose por debajo del millón de toneladas en ocho de los 12 meses del año”.
Sin embargo, al final del ejercicio se produjo una aceleración llegando a crecer la producción del cuarto trimestre un 36% con respecto al tercero. Una recuperación que, como informó, se ha extendido durante este año, acercándose a niveles de 2019. “El consumo aparente del primer trimestre, por ejemplo, fue solo un 3,3% inferior al del primero de hace dos años, y la producción de los cuatro primeros meses solo un 4% inferior al mismo periodo de 2019”.

Por otro lado, Velázquez destacó el compromiso de la industria siderúrgica española con la sostenibilidad y la descarbonización, a lo que contribuyó en 2020 con “9,1 millones de toneladas de chatarra recicladas”. En este sentido, recordó que “las empresas siderúrgicas se han comprometido a alcanzar la neutralidad climática en 2050”, y reclamó “un marco regulatorio que permita invertir, competir y prosperar. Si el entorno no favorece la inversión, a nuestros productos les costará competir y la transición consistirá en que produzcan más los países más contaminantes”.