Una estrategia global para toda la cadena de valor alimentaria

El Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi alinea por primera vez a toda la cadena de valor agroalimentaria, para hacer que continúe siendo un macrosector generador de empleo y riqueza.

Desde el pasado año el sector cuenta, por primera vez, con un Plan Estratégico que recoge objetivos y actuaciones comunes para todas las actividades. Las políticas y programas han apostado por la producción local lo que ha generado riqueza y valor. De hecho, se han conseguido múltiples avances y han salido adelante proyectos y nuevos productos de alta calidad. Ahora los esfuerzos se dirigen a la cadena de valor de la alimentación, que aporta un 10,6% al PIB vasco, cifra que se quiere elevar al 12% al finalizar el año 2020.

El pasado año se presentó el Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi 2017-2020 (PEGA), una estrategia que, por primera vez, engloba a toda la cadena de valor agroalimentaria y gastronómica vasca. Esta cadena, y su más alta expresión, la gastronomía, es uno de los signos de identidad de Euskadi, en un mundo cada vez más globalizado y con unos consumidores que saben apreciar las ventajas, atractivos y el valor de los productos diferenciados. El PEGA trabajará para avanzar en las ‘4S’ de la alimentación y gastronomía vasca: segura, saludable, singular y sostenible social, cultural, económica y medioambientalmente.
Los principales objetivos estratégicos recogidos en el PEGA persiguen, principalmente, fortalecer este macrosector, y aumentar la producción y el consumo de productos locales con atributos diferenciadores de calidad, seguridad y sostenibilidad. En este sentido, potenciar una industria transformadora conectada con los productores y clientes, competitiva por su eficiencia y capacidad para generar valor añadido, aportando soluciones saludables y de conveniencia, es algo ineludible. Asimismo, la nueva estrategia vasca pretende facilitar un salto cualitativo en el sector de la gastronomía vasca por sus atributos de innovación y calidad en el mercado global, y proyectarla internacionalmente bajo la marca Euskadi Basque Country.

El Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de

Euskadi (PEGA) prevé una inversión público-privada

de 2.457 millones de euros para el periodo 2017-2020

El PEGA prevé una inversión público-privada de 2.457 millones de euros para el periodo 2017-2020, de los que 2.100 millones serán de origen privado y el resto, 357 millones, saldrán de los presupuestos del Gobierno vasco. El plan alinea a toda la cadena de valor agroalimentaria, para hacer que continúe siendo un ámbito de actividad generador de empleo y riqueza. Este macrosector aporta un 10,6% al PIB vasco, cifra que se quiere elevar al 12% al finalizar el año 2020, y da empleo directo a casi 100.000 personas en la CAV. La actuación público-privada, consensuado con más de 300 agentes del sector, tendrá un carácter transversal para los diferentes eslabones de la cadena y se desplegará en 23 líneas de actuación y 138 acciones concretas.

Tanto el comercio local minorista como la gran superficie han dado su respaldo a la estrategia de impulso al producto local propiciada por el Gobierno vasco.

Crecimiento de la industria alimentaria vasca
Por su parte, el Clúster de Alimentación de Euskadi es el referente indiscutible de un sector que está llamado al crecimiento y la expansión, gracias a su capacidad de cooperación y a su proyección exterior. Su base social cerró 2017 con 87 entidades, entre empresas y centros científico-tecnológicos relacionados con el ámbito de la alimentación en el País Vasco, 16 más que el año anterior. La industria aagroalimentaria vasca, resultado de la suma del sector productivo (primario) de la industria alimentaria, la distribución y el canal Horeca, no dejó de crecer el pasado año. Así, según los datos recogidos en el Informe de Internacionalización del primer semestre, elaborado por el propio Clúster de Alimentación, las exportaciones de la industria alimentaria vasca se incrementaron en un 10%. En Euskadi, a pesar del estancamiento poblacional, el gasto en productos de gran consumo aumentó un 2,2% en el último año. Además se espera que el Plan Estratégico de la Gastronomía y Alimentación de Euskadi 2020, en el que el clúster juega un papel clave como interlocutor de las empresas con la Administración pública, suponga un impulso esencial para la generación de oportunidades de negocio y crecimiento empresarial.

Los productos locales vascos, con etiquetas de garantías

como las DO o Eusko Label, se han logrado consolidar

en las estanterías, tanto del comercio local minorista

como de la gran superficie

De momento, la industria alimentaria vasca registró unas ventas netas de 4.469 millones de euros. Los subsectores de bebidas, con 1.747 millones de facturación, y el de otras industrias alimenticias, con 1.096 millones, ocupan los primeros puestos del ranking de ventas. En el País Vasco están registrados un total de 1.508 establecimientos, de los que 576 pertenecen al subsector de bebidas. La industria alimentaria exporta por valor de 817 millones de euros. En términos de consumo, Euskadi registra un gasto per cápita en alimentación de 1.660 euros al año, un 8,6% superior a la media estatal.

En 2017 se produjo el despegue de una de las últimas incorporaciones a los productos con Denominación de Origen, la Euskal Sagardoa.

La herramienta que guía las actuaciones del Clúster de Alimentación es el Plan Estratégico 2016-2019. Un programa con dos ejes: el apoyo a las empresas, en materia de desarrollo de nuevos mercados y de innovación; y el impulso al crecimiento y la consolidación del propio clúster. En esta línea se enmarcan iniciativas como el ‘Proyecto de adaptación de la industria 4.0 a la industria alimentaria vasca’, puesto en marcha en colaboración con Innolab Bilbao para acercar las soluciones tecnológicas de la industria 4.0 a las necesidades de las empresas de alimentación de Euskadi.
Sidra y queso
En este contexto, la alimentación de calidad y su industria sigue amparada bajo el paraguas de Eusko Label, principal marca de garantía de origen y calidad para el consumidor, a la que hay que sumar las Denominaciones de Origen. En 2017 se produjo el despegue de una de las últimas incorporaciones, la Euskal Sagardoa. Esta denominación creada en Euskadi en 2016 reúne a productores y sidrerías de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. En su segundo balance anual completo, el que se refiere a 2017, se recoge que se realizaron cuatro millones de litros de sidra encaminadas a ser sidra con D.O. Euskal Sagardoa, y para ello se utilizaron alrededor de seis millones de kilos de manzanas cosechadas en Gipuzkoa, Bizkaia y Álava, cuatro más que la cosecha anterior. En total, son 48 las sidrerías que han producido sidra amparada bajo la Denominación de Origen: 41 son de Gipuzkoa, cinco de Bizkaia y dos de Araba. La segunda cosecha de la Denominación de Origen Euskal Sagardoa ya está en las kupelas y en la temporada de ‘txotx’ se pueden degustar las distintas sidras encaminadas a ser sidras con D.O. Ha sido una cosecha histórica en cuanto a cantidad, y adelantada, en cuanto a madurez. Además, la calidad y la seguridad son pilares maestros de la política alimentaria vasca. En este sentido trabaja la Fundación Elika en sus investigaciones, que asegura que la seguridad alimentaria está garantiza en Euskadi. No obstante, las amenazas existen por fenómenos como la globalización, el cambio climático y los nuevos hábitos de consumo. En esta línea, arrancó el Plan de Coordinación de Investigación en Seguridad Alimentaria 2017-2020 de la CAPV que tiene como objetivo fortalecer la investigación para garantizar que Euskadi tenga un máximo grado de Seguridad Alimentaria, mediante el impulso y la financiación de proyectos de I+D+i. Aquí aparece la labor de los centros tecnológicos como Azti, Neiker, Leartiker, etc, que llevan años trabajando para dotar de mejoras al sector agroalimentario vasco.

Mercabilbao, la principal plaza mayorista de la zona norte,

comercializó el pasado año más de 247.000 toneladas de

alimentos, consolidando su tendencia de crecimiento

La apuesta por una alimentación saludable y de calidad viene avalada en Euskadi por un producto local de etiqueta, identificado con el sello de Eusko Label. Esta marca identificó y distinguió en 2017 un total de 16 productos agroalimentarios producidos, transformados y/o elaborados en la CAV, cuya calidad, especificidad o singularidad superan la media general. Se integraron tres nuevos: los pimientos de Gernika fritos y refrigerados, las hamburguesas elaboradas con pollo de caserío y las gildas elaboradas con guindillas de Ibarra y aceituna Arroniz, de Rioja Alavesa. Uno de estos productos de calidad, como es el queso, lleva años mostrando su calidad. Idiazabal y Artzai Gazta lograron en el concurso de quesos más prestigioso del mundo, el World Cheese Awards, celebrado en Londres, nueve medallas de oro, 12 de plata y 33 de bronce. Nuestros productos se enfrentaron a más de 3.000 quesos de distintos continentes, con un jurado formado por 250 catadores de 26 nacionalidades.
Y todo ello ha conseguido que estos productos con DO o con Eusko Label se hayan logrado consolidar en las estanterías, tanto del comercio local minorista como de la gran superficie. Ambos han dado su respaldo a la estrategia de impulso al producto local propiciada por el Gobierno vasco. Fruto del convenio para el Impulso de los Alimentos del Sector Primario de Euskadi, firmado en primera instancia con Eroski en el año 2013, al que después se fueron adhiriendo otras grandes firmas de distribución como Uvesco-BM o Simply, las ventas de productos de origen local se han incrementado notablemente en los últimos años. Otras firmas de distribución como Carrefour o Mercadona, realizan periódicamente campañas de promoción del producto local o impulsan las compras de los productores vascos. En este sentido, Eroski sigue firme en su apuesta por los alimentos locales que impulsa dentro de su modelo comercial ‘contigo’ y vio incrementada la venta de alimentos de origen local en el País Vasco en casi un 7% en el primer semestre de 2017. Por su parte, BM supermercados, perteneciente a grupo Uvesco, trabaja, actualmente, con más de 400 pequeños productores locales. En 2017, Uvesco invirtió 180 millones en compras a proveedores locales, con un 4% de crecimiento respecto al año anterior.
Por último, el pasado año Mercabilbao, la plaza mayorista de referencia de la zona norte, comenzó un proceso de reinvención para afrontar la demanda actual y futura de productos y servicios de alimentación. Comenzó el diseño de un plan estratégico a 2021 para evolucionar hacia cadenas adaptadas a la demanda futura de servicios de alimentación y avanzar como ‘hub’ de reexpedición. Los resultados de Mercabilbao de los últimos años apuntalan su trayectoria de solvencia, y sus cifras de comercialización; más de 247.000 toneladas en 2017, le sitúan en una posición predominante en gestión de kilos por metro cuadrado. Paralelamente a esta reflexión estratégica, Mercabilbao ha puesto encima de la mesa un plan de modernización de instalaciones e infraestructuras en el que invertirá 20 millones de euros.

* SEGURIDAD Y CALIDAD

Azti apuesta por la alimentación saludable y sostenible

La cadena de valor de la alimentación supone, dado su peso en el PIB (10,6% del PIB y casi 100.000 empleos directos), un elemento estratégico y una fuente de oportunidad para Euskadi y, por ello, es uno de los siete ámbitos de especialización elegidos por el País Vasco dentro de su estrategia de especialización inteligente (RIS3). En este sentido, Azti está trabajando en seis líneas de investigación prioritarias para ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles a la cadena de valor de la alimentación:
1. Alimentación saludable y dieta personalizada que permita contribuir a un crecimiento saludable (psicológico y biológico) y disponer de soluciones para un envejecimiento activo.
2. Nuevos sistemas de producción de alimentos que aumenten la sostenibilidad la competitividad y rentabilidad del sector.
3. Nuevos desarrollos gastronómicos sensorialmente atractivos y con mejor perfil nutricional para seniors y niños
4. Alimentación segura y de calidad, a través de la incorporación de nuevas tecnologías de detección rápida de contaminantes y riesgos alimentarios, así como, nuevas tecnologías de conservación y envasado que garanticen alimentos más seguros y naturales, manteniendo la calidad nutricional y sensorial de los alimentos.
5. Integración de las tics en los procesos productivos, logísticos y comercialización con objeto de mejorar la eficiencia de los procesos de producción y comercialización por la incorporación de nuevas tecnologías que permitan la reducción de costes, la trazabilidad integral y la información al consumidor.
6. Alimentos con nuevas prestaciones de usabilidad adecuados a las nuevas tendencias de consumo. Se trata de innovar en tecnologías y soluciones para diseñar una nueva generación de alimentos de conveniencia donde la calidad sensorial debe ser a la vez una referencia.

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