Un material que genera subproductos reciclables con la economía circular
- Estrategia Empresarial
- 22-Julio-2020
El reciclaje del acero es un proceso potencialmente sin fin en el que se produce muy escasa merma.
La industria siderúrgica recicla una y otra vez el acero, en un ciclo potencialmente sin fin, en el que no se produce pérdida de calidad ni apenas merma. Esto convierte al acero en el material más eficiente, hasta el punto de que actualmente se sigue reciclando en las fábricas acero producido hace más de siglo y medio.
A través de un proceso de alto nivel tecnológico, las acerías encabezan el eterno ‘renacer’ del acero. Este protagonismo se da por partida doble en el caso de la industria siderúrgica española. En primer lugar, porque el acero es el material que más se recicla en el Estado: 12,5 millones de toneladas al año, y, en segundo lugar, porque es uno de los mayores recicladores de acero de la UE, solo por detrás de Italia.
La industria siderúrgica se sitúa a la vanguardia de la economía verde, no solo como ‘campeona’ del reciclaje sino también por su eficiencia en el uso del agua y de la energía, la reducción de las emisiones de CO2 y la valorización de los residuos generados en el proceso.
Acero imprescindible
Hoy en día todo se hace con acero: los edificios, los puentes, los automóviles, los barcos, los trenes, los electrodomésticos, los envases… Su gran versatilidad es una fuerza creadora y de innovación permanente en los sectores y productos de vanguardia: las energías renovables, la industria aeroespacial, las tecnologías de la información y otros. Además, su eficiencia medioambiental y su fuerza innovadora hacen del acero el material del futuro.
Es de destacar que el 100% de los productores de acero y varias empresas de primera transformación han firmado el Pacto por la Economía Circular del Ministerio de Agricultura y Pesca. Y subrayan el valor añadido que aporta en cuanto a sostenibilidad, armonizando las actividades económicas con su entorno y por la utilización de recursos.
Precisamente, la siderurgia es importante en el proceso de la economía circular por el reciclaje del acero y el aprovechamiento de subproductos como las escorias, un árido siderúrgico sustitutivo de los naturales que cuenta con múltiples potenciales aplicaciones en forma de bienes de capital o de consumo.
A través de un proceso de alto nivel tecnológico, las acerías encabezan el eterno ‘renacer’ del acero. Este protagonismo se da por partida doble en el caso de la industria siderúrgica española. En primer lugar, porque el acero es el material que más se recicla en el Estado: 12,5 millones de toneladas al año, y, en segundo lugar, porque es uno de los mayores recicladores de acero de la UE, solo por detrás de Italia.
La industria siderúrgica se sitúa a la vanguardia de la economía verde, no solo como ‘campeona’ del reciclaje sino también por su eficiencia en el uso del agua y de la energía, la reducción de las emisiones de CO2 y la valorización de los residuos generados en el proceso.
Acero imprescindible
Hoy en día todo se hace con acero: los edificios, los puentes, los automóviles, los barcos, los trenes, los electrodomésticos, los envases… Su gran versatilidad es una fuerza creadora y de innovación permanente en los sectores y productos de vanguardia: las energías renovables, la industria aeroespacial, las tecnologías de la información y otros. Además, su eficiencia medioambiental y su fuerza innovadora hacen del acero el material del futuro.
Es de destacar que el 100% de los productores de acero y varias empresas de primera transformación han firmado el Pacto por la Economía Circular del Ministerio de Agricultura y Pesca. Y subrayan el valor añadido que aporta en cuanto a sostenibilidad, armonizando las actividades económicas con su entorno y por la utilización de recursos.
Precisamente, la siderurgia es importante en el proceso de la economía circular por el reciclaje del acero y el aprovechamiento de subproductos como las escorias, un árido siderúrgico sustitutivo de los naturales que cuenta con múltiples potenciales aplicaciones en forma de bienes de capital o de consumo.
