El Gobierno vasco, las diputaciones forales de Alava, Bizkaia y Gipuzkoa y las Cámaras de Comercio acaban de firmar el convenio regulador del Consorcio Vasco de Internacionalización, surgido del compromiso común por la promoción coordinada de una estrategia de internacionalización para Euskadi, que ya va dando sus frutos.

El Consorcio Vasco de Internacionalización, constituido el pasado mes de mayo, es el resultado del interés institucional por poner en común y aprovechar las capacidades y medios de que disponen en el campo de promoción de la internacionalización, mediante una estructura integrada que planifique y coordine la política y las actuaciones de promoción en este ámbito. Su actividad vendrá regulada por el convenio firmado entre las partes el pasado 3 de diciembre .
El Consorcio viene trabajando de facto desde mayo pasado bajo la coordinación de un comité ejecutivo, integrado por representantes de todas las instituciones participantes, y a través de dos comisiones técnicas en las que expertos técnicos están abordando las necesidades de internacionalización que se consideran prioritarias.
Así, la primera comisión trabaja en mejorar el intercambio de información sobre la actividad y los programas de internacionalización de las partes, así como en avanzar en una presentación y comunicación integral del conjunto de servicios de promoción de internacionalización que ofrece el Consorcio al tejido empresarial. La segunda comisión, por su parte, desarrolla su trabajo en torno a la promoción directa, buscando mejoras operativas relacionadas con las misiones comerciales apoyadas por los agentes y trabajando en el diseño conceptual de nuevas misiones comerciales de alto valor añadido.

Asesorar y compartir
El Consorcio vasco de Internacionalización se ha fijado como principales funciones la de asesorar a los agentes públicos sobre esta materia; coordinar y colaborar con otras instituciones públicas y privadas en su ámbito de competencia; diseñar servicios de formación, información y asesoramiento a las empresas; alinear los diferentes programas de ayudas y subvenciones y atraer inversiones exteriores; fomentar el uso compartido de los servicios exteriores del Consorcio como elemento permanente en mercados exteriores; y realizar evaluaciones periódicas de la política pública correspondiente y de su impacto, así como de sus instrumentos y programas.