La Junta General Ordinaria de Tubos Reunidos se ha celebrado hoy en Bilbao, donde se han aprobado las cuentas anuales de 2022. El presidente ejecutivo de la compañía, Francisco Irazusta, ha informado sobre la evolución de los cinco primeros meses del año. 
Entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2023, las ventas han superado los 300 millones de euros, un 35% más con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tal y como hacía prever la cartera de pedidos con la que a finales de 2022 contaba el Grupo. 
Estos datos confirman un primer semestre muy positivo, pero no se puede obviar que actualmente la entrada de pedidos está mostrando un ajuste a la baja del mercado. Esta situación afecta tanto al volumen de demanda como a los precios, lo que, sin duda, tendrá un impacto en el segundo semestre del año.
El presidente de la compañía, Francisco Irazusta, ha señalado que “debemos seguir trabajando día a día, sin olvidarnos de las incertidumbres que en estos momentos existen en todas las economías mundiales fruto de los incrementos de los costes de las materias primas, problemas en las cadenas de suministro y costes energéticos sin precedentes, y los consiguientes impactos en la inflación que estos están generando. Las inversiones en el sector, por el necesario proceso de adaptación a la transición energética, pueden conllevar altibajos, ya que los incrementos de los tipos de interés hacen más complicada la viabilidad de los proyectos, y ya percibimos una ralentización en la demanda”. 
Aunque los mercados dictan los ritmos, la compañía ha subrayado que está en línea con lo definido en su Plan Estratégico. De hecho, en 2022 Tubos Reunidos logró un beneficio neto de 43,5 millones de euros frente a unas pérdidas de 64,7 millones en 2021.
En su intervención, Irazusta ha recordado que “2022 fue un buen año, con un fuerte incremento de la demanda para perforación y conducción en Norteamérica y la contracción de una parte importante de la oferta tradicional, como consecuencia de las disposiciones antidumping en aquel país, que han permitido que, a lo largo del año, la entrada de pedidos haya continuado ganando pulso mes tras mes”.

Plan estratégico 
El Plan estratégico 2021-2026 sigue su marcha y en 2022 lo más destacable de su ejecución ha sido:
    1.La firma de los Convenios Colectivos de las plantas de Amurrio y de Trápaga para el periodo 2022-2027.
    2.El inicio de las inversiones de mejora de los procesos en ambas plantas y la puesta en marcha de la nueva acería del Grupo en Amurrio, que comenzará su actividad en el tercer trimestre de 2023 y el aumento de capacidad de producción en EE.UU.
    3.El cumplimiento de las obligaciones contraídas con la SEPI y las entidades financieras que en 2021 apoyaron el proyecto empresarial del Grupo Tubos Reunidos. 

Previsiones 
El ejercicio 2023 a 31 de mayo está teniendo un crecimiento con una cifra de ventas superior a los 300 millones de euros, un 35% más con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, y de mejora de márgenes con un resultado de Ebitda superior a los 70 millones de euros. El resultado neto ha sido superior a los 50 millones de euros, lo que supone mejorar en 7 millones de euros a lo obtenido en todo el ejercicio de 2022.
Por contra, la entrada de pedidos se ha reducido de forma relevante en los últimos meses debido a los ajustes a la baja tanto en la demanda aparente como en los precios, lo que tendrá un impacto significativo en los resultados del segundo semestre, pero en línea con los establecidos en nuestro Plan estratégico. Tubos Reunidos cuenta actualmente con una cartera de pedidos por valor de 141,7 millones de euros.

Transición energética 
El sector energético está en plena fase de desarrollo y de transición acelerada por los hechos tan relevantes que se están viviendo, por ello es difícil prever cómo acabará el ejercicio y menos cómo arrancará 2024. 
Respecto a las inversiones en 2023, la concentración de los procesos de fundición de las acerías de Trápaga y Amurrio será una realidad tras el verano, así como la progresiva ejecución de las inversiones en las áreas de laminación y terminación de las plantas de Trápaga y Amurrio, junto con la implantación de nuestro plan de digitalización, cada vez más avanzado y nuestra capacidad de tratamiento térmico y terminación de nuestra planta de Estados Unidos. Estas inversiones superan los 25 millones de euros y permitirá avanzar de forma sólida en la ejecución del Plan estratégico.