Todos los sectores de la industria de Euskadi prevén “como mínimo mantener y, en general, mejorar” sus principales indicadores en 2017, tras cerrar un ejercicio que “no ha sido malo” en 2016, según aseguró la consejera Arantxa Tapia.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras presentó recientemente los principales datos recogidos entre los 17 clústeres y asociaciones empresariales vascas por el Observatorio de Coyuntura Industrial y analizó las líneas en las que trabaja el Departamento para apoyar a la industria, para que siga siendo “la protagonista” de la economía de Euskadi y alcance el 25% del PIB.
Los últimos datos ponen de manifiesto que “2016 no ha sido malo y 2017 se prevé, en todos y cada uno de los sectores, como mínimo, el mantenimiento y, en general, mejora” de los principales indicadores. Así, aunque enero comenzó “un poco más parado”, a partir de la tercera semana de ese mes se está produciendo “muchísima actividad industrial”, con proyectos a largo plazo, con inversiones, con ganas de hacer cosas nuevas. “Aunque siempre va a haber altibajos, la tendencia creo que es muy positiva”, apuntó.
El crecimiento en las expectativas industriales se da especialmente en los sectores de biosalud, automoción, alimentación, energía y tecnologías avanzadas de fabricación, donde entre el 80% y el 100% de las empresas confían en mejorar su actividad este año.

La consejera Tapia destacó, además, que en sectores que han atravesado durante los últimos años una situación más complicada, como la construcción o equipamientos para este sector, “prevén crecimientos” en 2017.
Siderurgia
En el caso de la siderurgia, que dio “grandes disgustos” el pasado año, “mira a 2017 con previsiones algo mejores” ya que se está recuperando un poco el mercado y las empresas vascas “también se están especializando” e intentando llegar a “mercados diferentes”. En cualquier caso, a juicio de Arantxa Tapia, “dar por superada” la crisis en este sector es “mucho decir”. En este sentido, planteó que, si bien la Unión Europea se ha movido en esta ocasión “un poquito más rápido” para establecer nuevas medidas antidumping, “es importante” que se puedan poner en marcha “medidas un poco más elevadas”.
“Es decir, que los aranceles que se puedan establecer vayan en la dirección de lo que se establece en Estados Unidos, sean más rápidas y más importantes”, explicó la consejera.