La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, realizó un análisis sobre los costes energéticos que están repercutiendo en la industria, en el que alertó de que la recuperación y el empleo se ven “amenazados” por el alza de los mismos. Por ello, aseguró que está ultimando un informe de medidas técnicas “para reducir la demanda, aumentar la oferta y compensar la volatilidad del mercado”.
Este informe conjugará medidas de corto y de medio/largo plazo en los tres niveles de actuación: Europa, España y Euskadi. En concreto, el planteamiento al Gobierno estatal pasa por reiterar la necesaria apuesta por la política industrial en el tratamiento de la energía, estableciendo, por ejemplo, una carencia temporal por la totalidad de los cargos eléctricos y que estos sean financiados por el Estado. Además, Tapia considera urgente elaborar un plan de contingencia especial de seguridad de suministro de gas natural para los próximos meses. Máxime con el cierre del gasoducto del Magreb anunciado para finales del mes de octubre.

A la Comisión Europea también le pide medidas para reducir la factura eléctrica, mientras que se compromete a intensificar la eficiencia energética y las renovables en Euskadi. “Actuaremos sobre la demanda, reduciéndola a base de mejorar la eficiencia energética. Y actuaremos sobre la oferta, potenciando la generación y almacenamiento de renovable”. señaló la consejera.
Unas consideraciones que el Gobierno vasco compartió con los sectores más afectados por estos costes en una reunión que acaba de celebrar.
Y es que el precio no deja de intensificarse y de marcar datos históricos. Así, se disparó de media en septiembre hasta los 156,15 euros MWh, un 272,1% superior a la media de este mismo mes en 2020. Considerando la evolución del mercado diario y las cotizaciones de los precios futuros hasta fin de año, el precio medio estimado del mercado eléctrico español es de 106,58 euros MWh, un 212,5% mayor que el de 2020.