Los ingresos de las aseguradoras por primas a cierre del tercer trimestre de 2020 se situaron en 43.114 millones de euros, un 10,82% menos que un año atrás. El descenso se debe, principalmente, a la paralización económica generada por la pandemia y las medidas adoptadas para contenerla. El sector asegurador preserva, no obstante, unos niveles de solvencia elevados que superan con creces la exigencia que marca la regulación.
De los ingresos logrados hasta septiembre, 27.553 millones correspondieron al ramo de no vida y los 15.561 millones restantes al de vida, según datos provisionales recabados por Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras. Las líneas de negocio que más han acusado el cambio de ciclo han sido los seguros de vida, diversos y automóviles.

La facturación del negocio de vida, reflejada en los ingresos por primas, menguó al cierre del tercer trimestre un 25,78% en términos interanuales. Este descenso se ha hecho sentir en el volumen del ahorro gestionado a través de seguros, que se ha reducido levemente de un año para otro. Las provisiones técnicas alcanzaron los 192.903 millones a cierre de septiembre, un 0,87% menos.
Los seguros diversos han reducido su facturación un 2,15%, hasta los 6.491 millones. Automóviles es otra línea de negocio que también evidencia el entorno económico adverso. Sus ingresos se situaron al terminar el tercer trimestre en 8.329 millones, un 2,01% menos. A pesar de ello, la facturación del ramo de no vida se ha mantenido en positivo gracias la inercia de crecimiento registrada en enero y febrero.