ACS nano, una de las revistas más prestigiosas del área de la nanociencia, ha lanzado un número virtual que destaca la contribución de la ciudad de Donostia- San Sebastián a la nanociencia y la tecnología.

La naturaleza, la gastronomía y la vida cultural son algunas de las cualidades más destacables de Donostia-San Sebastián. Sin embargo, tras el último número virtual de ACS nano, la capital guipuzcoana también se erige como una ciudad de ciencia y tecnología, con un polo de actividad especialmente activo en el campo de las nanociencias.
Tal y como se describe la publicación especializada en su editorial, Donostia-San Sebastián cuenta con un polo muy activo en el área de la nanociencia, en el que se encuentran centros de proyección internacional y excelencia investigadora. Entre ellos destacan el Centro de Investigación Cooperativa en Nanociencias (CIC nanoGUNE), el Donostia International Physics Center (DIPC), el Centro Vasco de Diseño e Ingeniería Macromolecular (Polymat), el Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales (CIC biomaGUNE), los Centros Tecnológicos Cidetec, Ceit, y Tecnalia, y el Instituto de Salud Biodonostia junto con el Centro de Física de Materiales (CFM), centro mixto de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El impacto de esta fuerza investigadora se refleja en las más de 100 publicaciones que han realizado en ACS Nano durante la última década, algunas de las cuales ya han tenido un impacto significativo y destacan en este número virtual.
Nuevas empresas
Según informan los autores, “este trabajo de colaboración se combina con nuestro compromiso con el desarrollo industrial de la nanotecnología, tanto a nivel local como mundial, lo que ha llevado no sólo a un aumento de la investigación industrial de primera categoría en nuestra comunidad, sino también al lanzamiento de una serie de prometedoras empresas de nueva creación basadas en la nanotecnología”.
Desde las entidades destacadas afirman que, con el apoyo continuo y sinérgico de las autoridades vascas y del Estado, la actividad investigadora en el ámbito de la nanociencia y la nanotecnología seguirá floreciendo en Donostia–San Sebastián, que promete seguir siendo una ciudad, como el editorial indica, de (nano)ciencia y tecnología.