En la ‘nueva normalidad’, más que nunca, los trabajadores deben poder acceder a las aplicaciones y los datos necesarios para realizar sus funciones, porque si no el negocio se encuentra en desventaja competitiva. El trabajo del equipo de seguridad no solo controla quién o a qué dispositivos tienen acceso, también consideran cuándo, por qué y con qué propósito. En suma, buscan una visibilidad completa de un entorno complejo y gestionarlo mediante análisis avanzados para mejorar los tiempos de respuestas de amenazas conocidas y no tan conocidas. Para competir con éxito, Redborder cubre la protección de la red de las empresas de manera personalizada, permitiendo llevar la seguridad a un primer plano sin que esto suponga un esfuerzo extra.
La agilidad siempre ha sido uno de los compromisos de Redborder, ya que los equipos de seguridad y TI buscan la simplificación y la administración centralizada de sus herramientas. Independientemente del propósito del negocio, su escala, o complejidad, las empresas requieren una evolución en la seguridad. Por eso, Redborder, además de buscar una gestión más ágil y simple, ofrece una seguridad de red más resistente con capacidad de adaptación a medida que la empresa avanza en la digitalización y el panorama de amenazas evoluciona.